Existe millones de restos líticos en una extensión de 520 kilómetros cuadrados entre San Pedro de Lloc (Pacasmayo) y Paiján (Ascope).
Existe millones de restos líticos en una extensión de 520 kilómetros cuadrados entre San Pedro de Lloc (Pacasmayo) y Paiján (Ascope).

El sueño del reconocido arqueólogo guadalupano y docente universitario, Jaime Deza Rivasplata, va camino a convertirse en una realidad: la creación del “Parque Paleolítico Paiján – Cupisnique”, espacio histórico que se desarrolló entre y Paiján (Ascope).

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Un paso importante en este objetico se dio recientemente en una sesión de consejo regional, donde la Comisión de Educación, que preside Olanda Torres Cansino , declaró por unanimidad de Interés Regional la creación del referido parque. La legisladora manifestó que, de esta manera, se busca preservar, promover la investigación, difusión y puesta en valor del patrimonio cultural y arqueológico asociado al Paleolítico – Paijanense. La ordenanza – añadió Torres Cancino - cuenta con informe favorable de la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura, tras haberse declarado incompetente la Gerencia de Comercio Exterior, Turismo y Artesanía, así como la Gerencia Regional del Ambiente.

A decir del investigador Deza Rivasplata, se trata de un espacio vital del paleolítico, donde existen nueve ríos y tres lagunas.

RESTOS DE 4 MIL AÑOS.

“Existen restos de una fauna desaparecida. De caballos, elefantes, megaterios, armadillos gigantes, entre otros. También restos líticos de cazadores que vivieron durante 4 mil años. Este asentamiento ha sido estudiado por diversos investigadores del mundo, de allí que existen muchas publicaciones al respecto”, dice el estudioso Deza Rivasplata.

Dice que es el área más extensa del Perú y, probablemente, del mundo que posee restos paleolíticos. “Son millones de restos líticos que existen en grandes extensiones, a orillas de los ríos o lagos, dispersos en unos 520 kilómetros cuadrados de extensión, los mismos que no se observan desde el desierto, porque están al fondo en las faldas de las montañas (estribaciones)”, añade con singular seguridad el investigador. Aunque dice que los especialistas conocen de la valía de este lugar, pero la población la desconoce.

MUSEO DE SITIO

Deza Rivasplata considera que ha llegado el momento que las autoridades del Gobierno Regional valoren la cultura y la investigación. “Se debe construir un museo de sitio, el mismo que debe ser un lugar especial. Como se merece.

Asegura que se trata de un relicto de “viejos bosques que había en la costa. La misma que no fue un desierto como es en la actualidad, la prueba es la gran cantidad de fauna que existe. Es un laboratorio para estudiar los grandes cambios climáticos”. El proyecto va en camino y se espera que se concrete para valorar tan valioso descubrimiento. Esto tendría un impacto mundial en la academia y un gran impulso al turismo, una nueva oferta de gran valía para nuestra región.

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