La Libertad: Desidia de la población retrasa lucha contra COVID-19

Agosto no deja de ser un mes preocupante en la lucha contra la Covid-19 en La Libertad. La cifra de contagios se eleva todos los días y el número de muertes por el virus también se ha disparado en esta parte del año en la región.

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Según los reportes diarios publicados por la Gerencia Regional de Salud (Geresa) en sus redes sociales entre el 1 y 20 de agosto –excepto el domingo 14 que no hubo registro–, 6,279 personas contrajeron el nuevo coronavirus y 31 perdieron la vida, situación que no se veía desde hace varios meses.

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De acuerdo con las autoridades sanitarias, existen varias razones por las que la cuarta ola pandémica viene golpeando severamente a la población liberteña. Una de ellas es la desidia de no vacunarse, aun cuando se han instalado puntos de inoculación en todos los distritos de la región y la vacuna es gratuita.

En el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), entidad adscrita al Ministerio de Salud (Minsa), se puede observar este comportamiento de la ciudadanía. Del total de personas que ya deberían tener la cuarta dosis de la vacuna –1,061,676, todas mayores de 30 años–, únicamente se han aplicado la misma 242,889 (22,9%).

Además, de las 12 provincias que integran La Libertad, Bolívar es la que menos ha avanzado. Solo 636 de 8,054 ciudadanos han acudido a los puntos de inmunización para ponerse la cuarta dosis. No obstante, este municipio andino es el menos golpeado por el virus en la región: 855 casos y 25 defunciones desde que empezó la pandemia (marzo de 2020).

En Trujillo, la provincia liberteña que agrupa el mayor porcentaje de población (55,63%), la cobertura en cuarta dosis es de 27,2%. En Sánchez Carrión, el municipio de la sierra más afectado por el virus –8,810 casos y 207 defunciones–, la situación es igual de preocupante: solo 8,720 personas de un total de 74,367 se han colocado la cuarta dosis.

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“A mí ya me dio Covid y dicen que la cuarta vacuna duele. Además, el virus es ahora como una gripe y casi todo el mundo sale a hacer sus cosas como si no pasara nada”, sostuvo una mujer de unos 32 años de edad en la Plaza de Armas de Trujillo. La joven prefirió no dar su nombre, pero reveló que no volverá a inyectarse la vacuna.

En Víctor Larco Herrera, el cuarto distrito de Trujillo con más contagios (9,697) y el quinto con más muertes (387), Elizabeth Vera, de 34 años, narró que todavía no se aplica la cuarta dosis porque desde que se puso la anterior “siento un hormigueo en la espalda”.

Para la decana del Colegio Médico del Perú – Consejo Regional I La Libertad, Elena Ríos de Edwards, es lamentable que un grupo de personas haya decidido no inocularse o no completar su esquema de vacunación.

“La vacuna es seguridad para nosotros y nuestra misma familia. No causa molestias y si lo hace, solo [ocurre] en un pequeño porcentaje”, aseveró.

La jefa de Epidemiología de la Geresa, Ana María Burga Vega, fue más enfática y afirmó que todo síntoma de resfrío debe ser considerado como sospechoso de SARS-CoV-2.

“En este momento el virus que prevalece en el mundo es el Covid-19, así que no podemos pensar que si estornudamos se trata solo de una simple gripe. No, hay que pensar que es Covid, cuyos lineajes BA. 4 y BA. 5, ambos de la variante Ómicron, son sumamente contagiosos”, comentó.

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Escenario

Ayer, este Diario pudo conocer que hay una relación estrecha entre el número de infectados y muertos con la cifra de personas que no han completado el esquema de vacunación contra el SARS-CoV-2.

Un estudio de la Oficina de Epidemiología e Información de la Geresa revela que del 100% de personas que se han contagiado entre el 1 de enero y el 20 de agosto de este año, el 54,1% tenía tres dosis; 13,6%, una o ninguna; 29,3%, dos y 3,0%, cuatro.

Respecto al número de fallecidos, el virus también atacó principalmente a quienes les faltaba una o más dosis. Del total de muertos, 36,4% no tenía ninguna dosis o solamente se había aplicado la primera; 35,4% se había puesto dos; 27,9%, tres y 0,3%, cuatro.

“Tener 60 años a más es una condición de riesgo de enfermedad y morir de Covid, situación que se incrementa si se tiene comorbilidad”, refirió Ana María Burga.

La funcionaria, sin embargo, recalcó que tener las cuatro dosis no significa estar inmune.

“El mensaje tiene que se claro. Estar vacunado no protege a la persona de enfermarse, siempre será un riesgo exponerse sin seguir las medidas de protección como lavarse correctamente las manos o usar mascarilla. El virús aún está con nosotros, hay que entenderlo así”, puntualizó.