Durante la pandemia, personal de salud está en primera línea atendiendo a los pacientes contagiados con este mortal virus.
Durante la pandemia, personal de salud está en primera línea atendiendo a los pacientes contagiados con este mortal virus.

Han pasado 20 meses desde que los peruanos conviven con la , que en cobró la vida de 10,216 personas y ha contagiado a 130,033. Durante este tiempo, es el personal de salud quien está en la primera línea atendiendo a los pacientes para salvarles sus vidas. Ellos se han convertidos en superhéroes sin capas, que a diario salen de sus casas y se despiden de sus familias sin saber si a su regreso pueden llegar con el letal virus.

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Historias

Uno de ellos es Rogelio Cuadra Seminario, un médico especialista en medicina familiar y comunitaria. Él, cuando salío la convocatoria solicitando personal para atender a pacientes con coronavirus, no dudó en presentarse. Ahora es asistente del área Covid-19 del Hospital Belén de Trujillo y a diario deja en su hogar a su esposa e hijas para acudir al nosocomio y atender a las personas que están infectadas, con la finalidad de darles una esperanza de vida.

“Cuando hubo la convocatoria me presenté sin pensarlo porque yo estudié para ver a mis pacientes y dar lo mejor de mí. Lo que más me daba miedo era por mi familia, porque yo estoy expuesto al virus. Yo he conversado con mi esposa y mi entorno familiar y están felices de la decisión que tomé. Mientras cumpla con todos los protocolos de bioseguridad no habrá problema”, cuenta Rogelio.

El día a día de un doctor que está en el área Covid-19 es muy diferente al de otros, porque dependiendo del turno que tengan se preparan para combatir el coronavirus.

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“En mi caso me levanto a las 6:00 de la mañana, tomo un buen desayuno (consiste en un jugo de frutas o un vaso de leche, acompañado de un par de panes) y un buen rehidratante, porque tenemos turnos de seis horas y durante ese tiempo no podemos rehidratarnos porque nos podemos exponer al virus”, indica.

Al llegar al Hospital Belén se pone sus implementos de bioseguridad y comienza a pasar visita a sus pacientes, para ver su evolución y la reacción que tuvieron durante la noche y madrugada con la medicina recetada. Tras su jornada de trabajo regresa a casa, pero desde que comenzó la pandemia ya su esposa e hijas no corren a abrazarlo y tienen que esperar a que se duche para poder ir y darle un beso como agradecimiento por cuidar de las personas que la están pasando mal.

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La dedicación y pasión a su profesión, sobre todo durante esta pandemia, ha hecho que las autoridades le entreguen varios reconocimientos.

“Durante esta pandemia a todos los doctores nos han hecho un seguimiento para ver el trabajo que estamos realizando y gracias a ello el excongresista Mariano Yupanqui y la Gerencia de Salud de La Libertad me dieron un reconocimiento por mi labor durante esta pandemia, que ha golpeado a muchas familias”, manifiesta el doctor.

Él está muy contento con los reconocimientos, pero se queda con el agradecimiento y las muestras de cariño de los pacientes de bajos recursos que atendió y salvó de que fallezcan con este virus.

“Esta pandemia me llevó a atender a pacientes covid en toda la provincia de Trujillo, pero en especial en el distrito de La Esperanza, donde me tocó ver a personas de bajos recursos económicos. Yo iba y les hacía el diagnóstico, tratamiento, seguimiento durante la enfermedad y después del cuadro. Algunos de ellos no tenían para pagarme y yo no les cobraba. Solo les decía que compren su medicina. Ellos como agradecimiento después de que se recuperaban me obsequiaban una gallinita y otras cosas que tienen a su alcance. Yo siempre los recibí con mucho cariño porque tratan de darte lo poco que tienen”, señaló.

En sus turnos ha visto muchas personas fallecer y recomendó a la población a no bajar la guardia porque la variante Delta es más agresiva.

“Todas las personas tienen que tener en claro que este virus no es un juego y con la variante Delta, que está predominando, se tiene que tener más cuidado. Tenemos que usar doble mascarilla, lavarnos las manos y evitar las reuniones masivas”, dijo.