Fiorella Alfaro Arqueros (26) era hasta hace menos de 24 horas una “empresaria” que había sido secuestrada en la localidad de Quiruvilca, provincia de Santiago de Chuco, por una peligrosa banda criminal. Su familia fue obligada a pagar 100 mil soles por su liberación, pero la Policía ha informado que se trató de un “autosecuestro” y la mujer responderá por el delito de extorsión.
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Atrapados
El último 25 de abril, en el distrito de El Porvenir, cayó Brandol Zavaleta Lara (22). Él llegó hasta la avenida Pumacahua, en el distrito El Porvenir, con la misión de recoger el dinero acordado por la liberación de Fiorella Alfaro, cuya identidad hasta ese entonces se mantenía en reserva. Ayer, el jefe de la División de Investigación Criminal de la Policía, Javier Méndez Yupanqui, aseguró que la joven fingió todo.
“Un elemento de prueba ha sido la cámara de videovigilancia que muestra el momento en el que ella es arrojada de un vehículo, como lo manifestó, por parte de los secuestradores. Ahí se observa que los hechos no fueron de esa manera. Ella bajó de manera normal del vehículo, caminó normal y antes de llegar a su domicilio se ha desvanecido”, indicó.
Según el coronel de la Policía, Alfaro Arqueros no quiso colaborar con la investigación de la Policía. Actualmente, está en calidad de detenida y se busca a otros dos implicados.
“Lo sorprendente es que nunca una secuestrada es dejada cerca a su casa y con un teléfono celular. La falta de colaboración en la investigación, es otro elemento de prueba y tercero, la descripción de sus presuntos captores. No hubo una descripción objetiva”, indicó.
En la investigación policial, también se confirmó que la intervenida trabajaba en grifo de su familia. “La familia habría hecho una auditoria y se habría detectado malos manejos que ella realizaba en este grifo”, añadió.
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