Aún no se llega al pico más alto de la segunda ola por el coronavirus, pero la situación en las familias que tienen a un paciente infectado con este letal virus es desolador. A ellos se les puede observar en los exteriores de los hospitales COVID-19, en la Plaza de Armas de Trujillo y en las otras plantas de oxígeno que hay en la ciudad, con el único propósito de cargar su balón y así tratar de salvar una vida.
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Cifras
Pese que desde la gerencia de Salud se han anunciado una serie de estrategias para mitigar el avance del coronavirus, el número de muertes y contagios no se detienen. En las últimas 24 horas la Sala Situacional Covid-19 de La Libertad reportó la muerte de 39 personas, con lo que el número de fallecidos por esta enfermedad incrementó a 6,165 en la región.
Los últimos decesos se registraron en Trujillo (20), Bolívar (3), La Esperanza (2), Víctor Larco (2), El Porvenir (1), Florencia de Mora (1), Chepén (1), Laredo (1), Guadalupe (1), Casa Grande (1), Santiago de Cao (1), Salaverry (1), Chao (1), San José (1), Ascope (1) y Santiago de Chuco (1).
El Gobierno Regional de La Libertad también informó que en el último día hubo 368 nuevos infectados y ahora la cifra de casos positivos aumentó a 96,392 en este departamento.
Testimonios
El Hospital Regional es uno de los nosocomios autorizados por la gerencia de Salud de La Libertad para atender los casos COVID-19, por lo que este Diario llegó y lo que se pudo observar es un ambiente de tristeza, preocupación y desolación. Acá, las personas pasan las 24 horas del día con la única intención de estar atentas cuando el personal de salud sale hasta la puerta de Emergencia y menciona el apellido del paciente. Es en ese momento que la angustia empieza para los familiares de los hospitalizados, quienes no saben si le darán una mala noticia o es para que les entreguen la receta y rápidamente corran hacia alguna farmacia cerca y así puedan salvar la vida del enfermo. Cada segundo cuenta.
“La que está enferma es mi mamá. Ella lleva ya cinco días hospitalizada y yo tengo que esperar cualquier noticia que nos diga el doctor o las enfermeras. No solo tenemos que pelear contra este virus, sino también con nuestra economía. En pastillas y ampollas podemos gastar entre 200 y 300 soles. Por ejemplo ayer (jueves) me pidieron medicamento que alcanzó a los 300 soles, pero si es para salvarle la vida a mi madre tenemos que gastar”, contó Claudia Chuquitucto, quien presentaba una cara cansada y esperaba que sea la noche para poder ir a descansar.
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“Es mi hermana la que está hospitalizada. Felizmente conseguimos una cama donde pueda estar. Su caso es más complicado y nuestra familia está gastando más de 600 soles diarios. Además, tenemos que tener un guardado por si es que nos piden oxígeno. Hemos preguntado, y por llenar un balón nos cobran entre 700 y 900 soles. Si es así nosotros diario tendríamos que gastar más de 1,000 soles”, dice un joven que tiene a su hermana internada desde hace seis días.
Donde también se puede ver el vía crucis de decenas de familias que están a la espera de que le recarguen un balón de oxígeno es en la plaza de armas, donde a las personas no les importa el fuerte calor que hace por el día y el frío de la noche. La mayoría tiene que pernoctar en las bancas o en el gramado. Pese a que la recarga del oxígeno es gratis, sus bolsillos también se ven afectados.
“Son días difíciles los que estamos pasando. En mi casa tengo a dos personas que están luchando contra el coronavirus. Son mi hermano y su esposa, los que ya tienen 10 días en cama y nosotros tenemos que ir de un lado para el otro para comprar la medicina y recargar los balones de oxígeno. Ya no tenemos dinero y son algunos amigos los que nos están apoyando. Además, otros familiares están haciendo actividades para poder recaudar dinero. Por paciente estamos gastando un promedio de 1,300 soles. Esperemos y en estos días ya comiencen a mejorar”, manifiesta Adrián.
“Yo tengo mi hermano y tiene el 70% de los pulmones comprometidos y se le ha complicado porque está mal del hígado. Un doctor nos cobró la consulta 180 soles. Él envió un equipo a nuestra casa, quienes lo evaluaron y luego fue el doctor quien le dio el tratamiento. Sus pastillas y ampollas son caras y diario gastamos prácticamente 1,500 soles”, sostiene un hombre de 40 años, quien hace su cola para poder llevar un balón de oxígeno a su casa.