El excandidato presidencial cumplió en Trujillo una recargada agenda que incluyó la presentación de aspirantes al sillón edil y la Región.
El excandidato presidencial cumplió en Trujillo una recargada agenda que incluyó la presentación de aspirantes al sillón edil y la Región.

Rafael López Aliaga, líder de Renovación Popular, llegó a Trujillo para presentar a Carlos Calderón Carvajal y Bruno Cépeda Ruiz como precandidatos a la Alcaldía de Trujillo y al Gobierno Regional de , respectivamente. En las elecciones presidenciales de 2021, su agrupación política fue la tercera fuerza más importante en esta región.

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¿Por qué Trujillo es el punto de partida de esta gira nacional que usted ha empezado para presentar a sus candidatos para las elecciones de octubre?

De niño siempre he venido a Trujillo, así que me recuerda mucho a mi infancia. Mi papá fue ingeniero en Pomalca y me traía a Laredo, Casa Grande, Cartavio, Chiclín. También íbamos a Huanchaco y Las Delicias. Lamentablemente, cuando he salido del aeropuerto para entrar a la ciudad, he visto una ciudad llena de basura y sin autopistas. Es una desgracia.


¿Tiene Alianza para el Progreso (APP) responsabilidad de esta situación?

César Acuña [Peralta] fue bastante irresponsable al dejar al noveno mes la gobernación de una región –en 2015–. Hay, además, tres alcaldes prófugos de APP, que creo ya cumplió su ciclo.


En 2014 Acuña también renunció a la Alcaldía de Trujillo.

Ya tiene costumbre entonces. Yo lo que noto es desazón en la gente.

¿Qué les viene pidiendo a sus candidatos?

Honestidad. Que no tengan ninguna excusa para robar, que sepan ejecutar presupuesto, que sepan cómo manejar financiamiento nacional e internacional, que sepan hacer un perfil técnico. Yo quiero verles la cara a los candidatos y saber su perfil. Mi política es buscar gente del sector privado, presidentes de gremios (colegios de abogados, arquitectos, etc.), gente que ya tiene un perfil y un reconocimiento.


¿No es un arma de doble filo que sus candidatos, entonces, no tengan experiencia política o estén alejados de esta?

Mejor para mí, mejor, porque no están envenenados. La gente está harta de los que ven la política como medio de vida.


Algunas encuestadoras lo ubican en las primos puestos de las preferencias a la Alcaldía de Lima...

La gente ya me conoce; Porky ya es una marca.


Con todo respeto, ¿no le molesta que le digan Porky?

[Ríe] Me mato de risa. Tengo 61 años. Los niños de este hotel me dicen Porky. No podemos estar en estupideces. El Perú se está yendo al carajo, estamos yendo a convertirnos en Venezuela. El problema es muy grave. Estamos así de tener un autogolpe. [Carlos] ‘Gallo’ Zamora –embajador de Cuba en Perú–, un tipo de inteligencia del más alto nivel en Cuba, sabe perfectamente cómo cerrarte el Congreso. Además, un comunista no cree en la democracia.


¿Castillo debería irse ya?

Castillo nunca se va a ir. Cuando un comunista entra al poder como lo ha hecho Castillo, no se va a ir nunca. Apúntalo. Te apuesto 20 mil dólares y los pones en el váter de un baño de acá del hotel para guardarlo con mucha seguridad. Todo lo que estamos viendo en menos de siete meses es una película de terror.


Está clara entonces cuál será la posición de su partido frente al nuevo Gabinete.

Mi partido no va a apoyar a este gobierno de ninguna manera. Sin embargo, no hay que distraernos con la designación de algunos ministros. Aquí el tema es que este señor Castillo no puede seguir un día más, te lo digo con todas sus letras.


¿En qué escenario estamos?

Muy cerca del cierre del Congreso. Ya estamos viendo una dictadura. A tus colegas los ha arrinconado la policía. Avelino Guillén ha dicho al [diario] El País (España) que el señor no lee periódicos, no ve televisión. O sea, está en una galaxia distinta, en otro mundo. El Perú es un avión sin piloto.


¿La designación de Hernán Condori es un reflejo de la gestión de Castillo?

Son distracciones para que no nos demos cuenta de que el objetivo final es cerrar el Congreso. Todas son bombardas cubanas. Ponen a un señor como Aníbal Torres, loco y senil, para distraerte. Son distractores muy bien pensados por la inteligencia cubana, que ya tomó el control del gobierno