Manuel Alcalde Palomino, en Argumentos para volar, muestra cómo la poesía -a través del lenguaje- es capaz de metamorfosear lo humano en seres que, como las aves, son capaces de surcar el horizonte.
Manuel Alcalde Palomino, en Argumentos para volar, muestra cómo la poesía -a través del lenguaje- es capaz de metamorfosear lo humano en seres que, como las aves, son capaces de surcar el horizonte.

La poesía nos ofrece distintas visiones de la realidad, diferentes formas de entender el mundo y sus respectivos misterios. El quehacer poético nos brinda, además, algunas reflexiones que configuran una postura estética frente a las contradicciones que invaden la existencia humana. O bien la poesía muestra las asperezas y el hastío de la humanidad frente a lo sórdido del mundo o bien asume un compromiso de libertad frente a las adversidades. Pienso que la poesía de Manuel Alcalde Palomino se aproxima más a esta ultima tradición, sobre todo, porque las metáforas de su lírica revisten al ser humano de alas que solo los versos fabrican. En su poemario Argumentos para volar, publicado recientemente en el 2022, hay una clara evidencia de cómo la poesía -a través del lenguaje-es capaz de metamorfosearnos en seres que, como las aves, son capaces de surcar el horizonte.

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Poesía, vuelo y libertad

Al inicio del poemario el sujeto lírico establece una comparación entre la necesidad de libertad que tenemos los seres humanos con el vuelo desafiante de las aves. Las personas aspiran a ser libres, desean escapar de las condiciones en las que viven; por su parte, las aves evidencian en su vuelo la realización del anhelo humano; “el poeta pensó / que había nacido para ser pájaro / para cantar y volar / para ser feliz / para ser libre / pero no entendía si era más poeta que gorrión”. Ahora bien, la poesía permite que la humanidad no caiga en la desesperación; por el contrario, la existencia de lo poético logra que la libertad sea posible; esto, sobre todo, cuando el sujeto lírico se asume con un ser que vuela: “uno volaba con el pensamiento / el otro cantaba con el corazón”. En los siguientes poemas se va a reforzar esta misma consigna: “cansado de esperar… un día se hizo pájaro / y empezó a volar”.

En su transitar como ser que busca libertad, el sujeto lirico va a encontrar distintas dificultades que, sin embargo, se propone superar. Es interesante el recurso del contraste que usa el poeta para establece la dinámica de oposición entre lo pasado y lo futuro; entre lo antiguo y lo nuevo. Al respecto, en el poema Para no pensar en el regreso se muestra esta relación cuando la voz poética ha decidido seguir su recorrido a pesar de las cosas y circunstancias que va dejando en el camino; “dejarán sus lágrimas en el río o en el fondo del mar / con la esperanza de mudarse / a donde las penas no puedan llegar”. Es notoria la relación entre lo que la humanidad va dejando atrás en su transitar (lo pasado, lo antiguo) con el estado de bienestar que espera encontrar (lo nuevo, lo futuro).

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Argumentos para volar

El título del poemario es significativo porque revela la propuesta estética del poeta. Desde esta perspectiva, todos aspiramos a emprender un viaje que nos lleve a la realización y, sobre todo, que nos ayude a responder las grandes preguntas que hemos venido forjando. Ese transitar poético se puede reconocer fácilmente como el anhelo de ser libres. Bajo esta perspectiva, valdría preguntarse por qué como humanidad no hemos sido capaces de iniciar ese vuelo. Los poemas de Argumentos para volar responden esta interrogante cuando el sujeto lírico manifiesta libremente que no existe ninguna justificación para quedarse en el mismo lugar, aun cuando esto represente un renunciamiento; “si la pena acaso me matara / pondré al hombro mis recuerdos / aunque la sangre fluya hasta los mares / dejaré mi corazón entre las peñas”. La poética de Manuel Alcalde Palomino nos ofrece los “argumentos” necesarios para emprender el viaje; para volar. El poema Dadme solamente alas ofrece la razón necesaria para justificar la propuesta: “si soy un pajarillo de ornamento / dadme alas más grandes (…) por último, dadme alas solamente / que me permitan volar”. También el poema Soñar despierto refuerza esta premisa cuando el sujeto lírico señala que “está atento a los vientos más fuertes / para alzar el vuelo / o esperando las olas más grandes / para surcar los mares”.

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El camino que emprendemos en busca de la libertad no lo hacemos solos, y no somos los únicos. Existen otros seres que, gracias al quehacer poético, se convierten en aves y logran emprender el vuelo acompañado de sus semejantes quienes poblarán sus recuerdos; “Tus ojos me inspiran a volar / aunque tus brazos me encadenen / a la más trasnochada pasión de los amantes”. Con el tiempo, este paso por el mundo será el vestigio que otros leerán para continuar su búsqueda.