Los planes para frenar al hampa han fracasado en La Libertad

Las modalidades delictivas que se han engendrado en lo más profundo del submundo del hampa son tan diversas como las estrategias que se han diseñado para poder combatirlas. La lucha entre la delincuencia y las autoridades locales, regionales y nacional no es de ahora, pues ambos bandos (los malos y los buenos) miden fuerzas desde hace mucho tiempo.

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Lamentablemente, a largo de todos estos años, ha sido la delincuencia común, pero sobre todo la organizada (organizaciones criminales) las que han ganado terreno a pasos agigantados y han impuesto el olor a pólvora y sangre como el único idioma para plasmar su mensaje: ¡No vamos a retroceder!

Cara a Cara

Con el fin de salir de las generalidades y centrarnos en un escenario determinado veremos con mayor detalle en este informe cómo y con qué en la región La Libertad, precisamente en varias de sus provincias y distritos costeros, se ha tratado de hacer frente a la delincuencia, pero, desafortunadamente, con resultados poco alentadores.

Ha sido la población organizada y las autoridades en mesas multidisciplinarias las que “declararon la guerra” al crimen, pero el común denominador en cada uno de estos intentos es que las palabras quedaron impresas en un papel o los esfuerzos individuales y en conjunto que se hicieron, se terminaron por diluir por no tener una estructura que permita sostener el proceso.

Róger Torres Mendoza, exjefe de la Policía Nacional en La Libertad, sostiene que estos planes no se mantienen porque los representantes de las instituciones comprometidas en la tarea no cumplen con la parte que les corresponde.

Además de ello, dichos programas no vienen con presupuesto, logística ni el personal necesario que se requiere para poder ejecutar con eficiencia.

Veamos a continuación algunas de las estrategias que se desplegaron en los últimos años:

Deporte y cultura

Lo que siempre se ha tratado de hacer para combatir la delincuencia es que desde los gobiernos locales se promueva el deporte y la cultura mediante diversas actividades y programas, pero muchas de estas acciones no han podido mantenerse por diversos motivos que van desde la falta de personal, presupuesto e interés de las autoridades que priorizan el asfalto y cemento como máximas obras en sus respectivas gestiones.

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Barrio Seguro

Hace varios años atrás el Ejecutivo diseñó el programa “Barrio Seguro” y distritos como El Porvenir, La Esperanza y Florencia de Mora, en la provincia de Trujillo, fueron elegidas por los representantes del Ministerio del Interior de ese entonces para que sea pilotos de esta nueva estrategia.

Lo que se buscaba era la intervención de la Policía Nacional, autoridades locales y la vinculación de otros ministerios e instituciones del Estado, a fin de recuperar la confianza de la población y reducir los índices de robos, extorsiones y homicidios, pero a luz de los resultados los distritos antes referidos siguen siendo los lugares de mayor convulsión delincuencial actualmente. El programa no tuvo el éxito esperado.

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Sin Fronteras

En 2011, cuando César Acuña era alcalde de Trujillo se lanzó el plan “Sin fronteras” , el mismo que implicaba que la Policía Nacional y el cuerpo de Serenazgo de los distritos El Porvenir, La Esperanza y Florencia de Mora se patrulle sus calles y se intervenga contra la delincuencia con mayor número de efectivos y logística. Los operativos fueron escasos y finalmente el plan de desactivó. Sin embargo, el plan fue relanzado en agosto de 2021, en el Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Corasec), presidida por el gobernador de La Libertad, Manuel Llempén Coronel. Actualmente se desconoce sus resultados.

“Lo que ocurre es que no solo falta presupuesto y logística, sino que ninguno de estos programas tiene un control posterior por aquellos que sideñan y ejecutan el plan”, agrega Róger Torres.

Cuadrante Seguro

Precisamente, en 2013, el el otrora ministro del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra, llegó a Trujillo para lanzar una nueva estrategia para enfrentar al hampa y reducirle el ámbito de operaciones. Se trataba del plan “Cuadrante Seguro”.

La innovadora estrategia consistía en dividir una jurisdicción en cinco sectores o cuadrantes, con una vigilancia propia. Lo que ocurrió es que no hubo el personal ni el número adecuado de vehículos (patrulleros) para cubrir los cuadrantes y, obviamente, los delincuentes se filtraban por todos lados.

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Rondas Urbanas

Hace solo algunos meses atrás, el alcalde de Trujillo, José Ruiz, dispuso como estrategia para frenar la delincuencia implementar a las Rondas Urbanas. Se comprometió a apoyar en logística y hasta organizó operativos en los que la autoridad edil tuvo participación activa, pero esto tampoco ha sido solución al problema de la inseguridad.

Declaran emergencia

En marzo de este año, el Ejecutivo declaró la emergencia por inseguridad ciudadana por 45 días en Trujillo, Chepén, Ascope, Pacasmayo y Virú. Luego se prorrogó por 45 días más debido a que los resultados no fueron los esperados. Los alcaldes calificaron como una “burla” ampliar la medida y no transferir presupuesto para implementarlo. El índice criminal no descendió.