Han transcurrido más de dos años desde que se dictó la condena contra catorce policías por recibir coimas del clan familiar Cay Cay; sin embargo aún permanecen en la clandestinidad, prófugos de la justicia, sin que la institución a la que un día pertenecieron, sospechosamente, logre capturarlos.
La sentencia de cinco años de cárcel efectiva que se impuso por los delitos de cohecho pasivo impropio y omisión de denuncia el 23 de enero de 2019, fue ratificada ese mismo año en el mes de julio por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Chiclayo, sin embargo, no ha sido ejecutada.
A pesar que el Código Procesal Penal establece que “las sentencias condenatorias se cumplen provisionalmente aunque se interpongan recursos contra ella”, los oficiales y suboficiales declarados responsables en juicio continúan no habidos e incluso harían su vida en libertad con total normalidad.
Por ejemplo, el mes pasado, uno de los prófugos se exhibió en un local de diversión donde participó de una reunión social junto a otros policías en actividad, bebiendo licor e incluso tomándose fotografías. Una de estas imágenes fue compartida en redes sociales, y se le pudo ver disfrutando de privilegios, cuando de acuerdo a ley, debería estar preso en un penal.
Se trata del capitán (pasado al retiro), Hamilton Fernando Tirado Paredes. Él es uno de los 14 policías que fueron condenados por cobrar dádivas al clan Cay Cay (dedicado a la venta de drogas en Chiclayo) a cambio de alertarlos sobre operativos programados por la Policía.
En la lista también figuran los coroneles PNP Luis Montesinos Valverde, el mayor PNP César William Guerrero Flores, los capitanes PNP Rafael Bermedo Roca y Hamilton Tirado Paredes. Asimismo, los suboficiales Franklin Cabrera Carranza, Carlos Vásquez Álvarez, Edgar Aurazo Guerrero, Luis Zorrilla Collantes, Luis Morales Acosta, César Núñez Quispe y Juan Fuentes Bustamante.
El suboficial Juan Rivera García también se encontraba prófugo de la justicia, pero ayer se informó su fallecimiento debido a problemas de salud.
“Hoy día (ayer) dejó de existir en el Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, producto de una enfermedad que venía padeciendo. Fue un reconocido detective que laboró por años en la II Macro Región Policial Lambayeque en Unidades Especializadas”, publicó en Facebook su colega Freddy Leguía.
Quien también falleció fue el suboficial Jorge Luis Montenegro Yampufé; pero dentro del penal exPicsi al no poder resistir el virus de la Covid-19.
De los 14 policías condenados, él sí llegó a ser capturado pero curiosamente por otra denuncia de corrupción en su contra.
El suboficial Nerin Milton Núñez Rojas es el único que se encuentra preso en el penal de Chiclayo. Él decidió presentarse voluntariamente después de la audiencia de apelación, en julio de 2019, cuando la Sala confirmó la sentencia.
ESPERAN FALLO DE LA CORTE SUPREMA
Cabe indicar que los once policías que permanecen no habidos interpusieron un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), contra la sentencia condenatoria que se les impuso en julio de 2019.
Recién el 27 de agosto de este año, la Sala Suprema Penal Permanente de la CSJ admitió a trámite el recurso impugnatorio de los policías; pero aún no ha señalado fecha para la vista de la causa.
Como se recuerda, el caso inició cuando se levantó el secreto de las telecomunicaciones a investigados por tráfico ilícito de drogas, advirtiéndose que esas personas tenían conversaciones con policías en actividad.
Por ejemplo, en uno de los audios se le escucha al mayor César Guerrero, decirle a Gregoria Ruiz, integrante del clan Cay Cay, “cuando paso por la propinita” y ella le responde “ya pues a fin de mes”.