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Conforme lo informó Correo, en sus ediciones anteriores, el desalojo de los comerciantes ambulantes y la recuperación de los espacios públicos, ubicados en los exteriores del Mercado Modelo de Chiclayo, ordenado por el Segundo Juzgado Civil, se ejecutó desde la madrugada de ayer, sin enfrentamientos. Unos 500 agentes de la Policía Nacional brindaron la seguridad del caso.
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Detalles del desalojo
La medida ejecutada, advertida por las autoridades y medios de comunicación, contó con la participación de policías de las regiones de Piura, Cajamarca y Lambayeque, los mismos que se ubicaron de forma estratégica en 13 puntos de acceso al centro de abastos de la ciudad para impedir el ingreso de vehículos con productos y de los mismo informales.
El jefe de la Macro Región Policial, general Jhony Véliz Noriega, no ocultó su incomodidad e incluso calificó como “irresponsable” que la comuna no haya colocado las rejas como se tenía previsto para acordonar la zona y hacerla más segura al momento de la medida judicial. Por ello, se improvisó colocando cintas amarillas con la presencia de policías que evitaban el ingreso de los comerciantes al perímetro del centro de abastos.
“Se dispuso de unos 1200 agentes, quienes estarán en dos turnos en las calles que circundan el mercado Modelo. Es una irresponsabilidad que las rejas que debieron colocarse, hasta el momento, no hayan sido instaladas”, dijo la autoridad policial al borde de las 5 de la mañana.
Detalló que las acciones se cumplieron sin un acto de violencia y al referirse a la presencia de los agentes en la zona para evitar el retorno de los comerciantes retirados, manifestó que ello se dará de acuerdo a lo planeado con las autoridades ediles. “La Policía estará en la zona en la medida de lo que se ha planificado a fin de hacer que la acción ejecutada sea sostenida; sin embargo, esperamos que el plan de acción municipal diseñado se cumpla”, refirió.
Pasadas las horas, los comerciantes que se ubicaban en la cuadra 14 de la calle Juan Cuglievan y la calle Manuel Pardo, especialmente los vendedores de pescado, decidieron posesionarse en la cuadra 16, hasta llegar a la avenida Leguía, para vender sus productos.
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“Por favor, tenemos que seguir vendiendo, de lo contrario no vamos a poder llevar alimentos para nuestros hijos”, indicó Juan Sánchez, vendedora ambulante.
Similar situación se registró en el cruce de la avenida Luis Gonzáles y la calle Arica y también en Pedro Ruíz y Héroes Civiles, donde no se instalaron rejas y solo se colocaron cintas amarillas.
En la zona, los ambulantes se ubicaron sobre las veredas para vender sus productos, luego que no les permitieran el ingreso al perímetro del mercado como en los días anteriores.
En tanto, en puntos como 7 de enero y Arica; Pedro Ruiz y Balta, trabajadores de las galerías que se encuentran ubicadas en los edificios delas calles aledañas al Mercado Modelo reclamaron por la decisión de no permitirles el ingreso a su centro de labores, medida que durará hasta el próximo domingo.
“Nosotros tenemos que trabajar, de lo contrario, no vamos a poder cumplir con nuestras obligaciones. Nosotros no somos responsables del comercio informal, la autoridad edil debió diseñar una mejor estrategia para evitar perjudicarnos con el trabajo a nosotros”, dijeron.
Mafias
El alcalde de Chiclayo, Marcos Gasco Arrobas, no dudó en señalar que algunos comerciantes formales del mercado Modelo contratan a comerciantes venezolanos para vender sus productos en los exteriores del centro de abastos fungiendo de ambulantes.
“Y esos son miles de comerciantes, aquí hay mafias y ello está siendo investigado por la Policía Nacional”.
Aunque no existe el número real de los ambulantes, la autoridad edil estima que hallan más de 5000 ambulantes, pero la comuna sólo pudo empadronar a 1500 y el resto se resisten a hacerlo porque serían empleados de los comerciantes formales que están dentro del mercado.
Añadió que para hacer sostenida la medida, se han dispuesto de 200 agentes municipales ubicados estratégicamente en diferentes zonas de la ciudad.
La autoridad edil dijo esperar “contar con la buena voluntad pacífica de los ambulantes a fin de que trasladen a los lugares que les hemos ofrecido y no vuelvan a tomar las calles. Le pido a la ciudadanía que no le compre al comerciante ambulante porque incentivamos el daño a la ciudad, al orden, a que haya mayor suciedad, contaminación y contagio (del coronavirus)”.
