Una multitudinaria despedida recibió el cuerpo del pescador Miguel Sosa Esquén, que falleció víctima de las graves quemaduras provocadas durante un ataque.
Parientes y decenas de amigos de Sosa acompañaron el cortejo fúnebre que partió desde la vivienda de su familia hasta el cementerio Jesús Nazareno Cautivo del distrito de Monsefú (Chiclayo).
El recorrido por las principales calles de la ciudad también fue seguido de cerca por las integrantes de la Renovación Carismática Católica, quienes se sumaron el grito de ¡justicia!
Los deudos que accedieron a declarar a los periodistas exigieron a las autoridades judiciales sancionar a todos los implicados en la brutal agresión al pescador, hecho registrado en la ciudad de Tumbes.
Los testigos habrían indicado que vieron a más personas en el lugar donde se produjo el incidente. Además, se presume que la víctima fue conducida con engaños para ocasionarle daño.
De acuerdo a la Fiscalía, la principal sospechosa es Felicita Isabel Romero Palas, expareja de Sosa.
Durante la noche del pasado 3 de mayo, ambos se reunieron en la vivienda de ella, pero habrían sostenido una acalorada discusión y es en ese contexto que la denunciada aprovechó un descuido para usar gasolina y fuego y cometer el delito.
Romero afirmó en la Fiscalía que la muerte de su exconviviente fue resultado de un desafortunado accidente, pero su versión no es creíble. El 9 de mayo un juzgado de Tumbes dictó 7 meses de prisión preventiva para esta mujer.
Aunque Miguel Sosa fue conducido al Hospital 2 de Mayo de Lima y fue sometido a varias cirugías, después de casi una semana de luchar por su vida, falleció el último viernes, debido a complicaciones pues presentaba quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo.
Dato. El diario La Hechicera de Tumbes informó que Criminalística PNP encontró que familiares de Romero limpiaron la escena del ataque
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