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“Quien a hierro mata, a hierro muere”, es la conocida frase que muchas veces se hace realidad en el mundo del hampa, pues esta vez, en Chiclayo, un presunto infractor murió abatido durante un asalto a un policía.
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El accionar delictivo se registró ayer en horas de la madrugada, cuando cinco facinerosos haciéndose pasar como pasajeros, le solicitaron una carrera al agente policial Gilmar Torres Bello, quien se encuentra de vacaciones y para ello aprovechaba para trabajar de taxista.
Atraco
Los individuos subieron en la esquina de la avenida Grau con la calle Talara y solicitaron al agraviado trasladarlos hasta la calle donde está ubicado el campo deportivo del colegio Militar Elías Aguirre, en la urbanización Las Palmas.
Una vez en el lugar, dos de los facinerosos lo amenazaron de muerte. Uno lo cogoteó encañonándolo en la cabeza con un revólver, mientras que el otro que iba de copiloto le colocó un cuchillo en el cuello.
Mientras tanto, los otros tres compinches empezaron a despojarlo de sus pertenencias como su porta CIP, teléfono celular, tarjeta del Banco de La Nación, dinero en efectivo, licencia de conducir, entre otros objetos de valor.
Luego cuatro de los maleantes huyeron corriendo por una acequia contigua al lugar quedando solo uno de ellos apuntándolo con el arma de fuego.
En ese momento, el efectivo PNP de una manera minuciosa sacó su pistola de uso personal y se enfrentó a tiros con el malhechor, mientras el infractor trataba de darse a la fuga desatando el fuego cruzado.
Posteriormente, Torres Bello subió a su unidad y pidió apoyo de sus pares de la Unidad de Emergencia (Uneme) que patrullaban por la Prolongación Las Américas y Bolognesi de la Capital de la Amistad.
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Los uniformados al acercarse realizaron un operativo para ubicar a los bandidos y recuperar las especies robadas a Torres Bello.
Mientras “peinaban” la zona, se percataron que a unos 10 metros del lugar del atraco, se hallaba tendido en el suelo un cuerpo inerte emanando abundante sangre por la espalda, quien además llevaba puestos guantes de lona. Asimismo a cuatro metros de distancia había un revólver.
En ese instante solicitaron la presencia de los detectives de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri) y de la fiscal Scarlet Bances Zarate, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal de Chiclayo.
Las respectivas autoridades al llegar identificaron al occiso con las iniciales de L.E.M.R., de 16 años de edad.
Luego de unas horas acudieron los familiares del fallecido, entre ellos el hermano gemelo del muerto, C.V.M.R. (15). Este fue reconocido por Gilmar Torres, como uno de los ladrones que le solicitó sus servicios.
Rápidamente fue retenido por los investigadores. El adolescente aceptó haber participado en el atraco e incluso dio a conocer dónde estaban las cosas del suboficial, las cuales las recuperaron.
