El reciente proyecto sobre la reforma del sistema de transporte público generaría un grave retroceso y provocaría mayor tráfico.
El reciente proyecto sobre la reforma del sistema de transporte público generaría un grave retroceso y provocaría mayor tráfico.

Un fuerte choque de opiniones despertó el reciente proyecto de ley sobre la reforma del sistema de transporte público que le abriría las puertas a la informalidad.

Una de ellas, es la de la presidenta de la ATU, Marybel Vidal, quien indicó que el proyecto permitiría a los colectiveros evadir una adecuada fiscalización y es “un retroceso para el sistema de transporte público” al tener una débil regulación y una “inexistente potestad sancionadora”.

“Esta falta de definición abre una puerta a toda aquella unidad u operador que pueda prestar un servicio de manera informal no solo en el tema de taxi, también en los aplicativos”, señaló y dijo que iría en contra de normativas existentes.

Asimismo, remarcó que esto no solo afectaría al servicio de taxi, sino también a otros servicios de transporte, como el de carga interurbana, de ciudad en ciudad, generando “inseguridad” para todo el servicio de transporte.

En la misma línea, Gerardo Hermoza, vocero del Corredor Morado, señaló que esta medida podría incrementar los tiempos de viaje de los usuarios en unos 20 a 25 minutos por sentido, además de incentivar la operación de unidades que no pagan impuestos, afectando la competitividad de aquellos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales.

Por ello anunció que los concesionarios iniciarán acciones para proteger sus contratos si la ley es aprobada. Además, comentó que Lima se enfrenta a problemas de calidad de aire, ocupando el quinto puesto a nivel mundial en este aspecto, “lo que se agravaría con la política actual de permitir la operación de vehículos viejos”, dijo.

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