La iniciativa de construir estacionamientos subterráneos en el corazón de Barranco ha desatado una ola de opiniones encontradas entre los vecinos. Mientras algunos ven en este proyecto una solución al problema de la escasez de estacionamientos, otros temen que esta obra pueda atentar contra el patrimonio histórico y la estética del distrito.

La propuesta, presentada por el consorcio Pisano y Los Portales, ha sido recibida con cautela por la Municipalidad de Barranco. Según Manuel Espinoza, gerente municipal, el proyecto deberá pasar por un riguroso proceso de evaluación antes de ser aprobado.

La primera fase de evaluación se centrará en determinar si el consorcio cuenta con la capacidad financiera y técnica para llevar a cabo el proyecto. Posteriormente, se realizarán estudios de impacto ambiental y vial, así como una revisión por parte de los ministerios de Cultura y Economía y Finanzas.

El concejo municipal será el encargado de analizar el expediente y decidir si la propuesta avanza a la siguiente etapa. Espinoza enfatizó que, hasta el momento, la municipalidad no puede realizar modificaciones al proyecto, ya que este se encuentra en una fase preliminar.

Los vecinos de Barranco han expresado su preocupación por los posibles impactos negativos de la construcción de los estacionamientos subterráneos. Muchos temen que esta obra pueda dañar las raíces de los árboles, afectar la estabilidad del suelo y alterar el paisaje urbano.

El gerente municipal, Manuel Espinoza, coincidió en la importancia de escuchar las opiniones de los vecinos y aseguró que la municipalidad mantendrá una política de recuperación de los espacios públicos. “Es fundamental que la ciudadanía participe en este proceso y que podamos encontrar una solución que beneficie a todos”, afirmó Espinoza.

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