En una operación conjunta entre la Policía Nacional del Perú, la Fiscalía y la Sunat, se confiscaron siete mil kilogramos de clorhidrato de cocaína que estaban ocultos en baldosas de madera dentro de un contenedor en el puerto de Callao.

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El Intendente Nacional de Control Aduanero, Jyns Ordoñez, informó a Panamericana que la droga venía de Bolivia, habría transitado por Arica y el primer cambio de transporte se estaba llevando a cabo en el Callao, donde las autoridades lograron detectarla.

Asimismo, señaló que después de la parada en el Callao, la ruta planeada incluía una escala en Panamá antes de llegar a su destino final en los Países Bajos y Bélgica. Se estima que el valor de la mercancía incautada alcanzaría casi los 300 millones de dólares en esos países europeos.

Además, hizo hincapié en que el método utilizado por los delincuentes para esconder la mercancía era idéntico al que se descubrió en Bolivia hace algunas semanas. Industrial Maexa había camuflado la cocaína en envíos de pisos de madera con destino final similar.

El fiscal a cargo ha ordenado el inicio de las investigaciones con el objetivo de identificar a los responsables de este acto ilícito. Los primeros indicios sugieren que podría tratarse de una organización delictiva de carácter internacional.

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