Hospital Sabogal sin tacrolimus: alertan riesgo para pacientes con trasplante de riñón. Composición: Diario Correo.
Hospital Sabogal sin tacrolimus: alertan riesgo para pacientes con trasplante de riñón. Composición: Diario Correo.

Brigida Castro Rea, paciente trasplantada de riñón atendida en el Hospital Alberto Sabogal Sologuren, informó que este establecimiento presenta un desabastecimiento del inmunosupresor tacrolimus desde hace varias semanas. El fármaco es de uso diario para las personas que han recibido un trasplante y resulta indispensable para evitar el rechazo del órgano.

Castro Rea comentó en RPP que el hospital permanece sin stock desde hace aproximadamente quince días y que, ante la ausencia de una fecha de reposición, muchos pacientes están recurriendo a sus últimas dosis o buscando alternativas imposibles de costear. Según su declaración, el tacrolimus es difícil de conseguir en farmacias locales y su acceso depende casi por completo del sistema público de salud.

“Eso lo tenemos que tomar de por vida. Un día que no lo tomemos es muy perjudicial para cada uno de nosotros, son como 10 años menos de vida que nos queda”, alertó la paciente, de 64 años.

Usuarios en redes sociales también denuncian escasez

A la denuncia de Castro se suman reportes difundidos en redes sociales, donde familiares de pacientes trasplantados expresan desesperación por la falta del medicamento. A través de Tik Tok, una usuaria alertó sobre la gravedad de la situación.

“Estoy con el corazón en el cuello, mi padre es una persona trasplantada y el único lugar donde puedo conseguir este medicamento es en el Estado. Y se agotó. El Estado no pide más, el Estado no saca más”. expresó entre lágrimas.

Los testimonios coinciden en que el desabastecimiento es crítico y que no existe hasta ahora una comunicación oficial que explique las causas ni el tiempo estimado para la reposición del fármaco.

¿Para qué sirve el tacrolimus?

El tacrolimus es un inmunosupresor esencial para las personas que han recibido un trasplante de órgano, especialmente trasplantes renales. Su función principal es evitar que el sistema inmunológico rechace el órgano trasplantado, regulando la respuesta del cuerpo para mantener estable el injerto.

El medicamento debe administrarse todos los días y sin interrupciones, debido a que incluso una sola omisión puede aumentar el riesgo de rechazo agudo, comprometer el funcionamiento del riñón trasplantado y poner en riesgo la vida del paciente.