El paro nacional afectará la atención en hospitales del Seguro Social y estará acompañado de una movilización en Lima que culminará en un plantón frente a la sede central de EsSalud.
El paro nacional afectará la atención en hospitales del Seguro Social y estará acompañado de una movilización en Lima que culminará en un plantón frente a la sede central de EsSalud.

Desde este martes 9 de septiembre, los hospitales de EsSalud en todo el país amanecerán sin atención de enfermería. Más de 14 000 enfermeras afiliadas al Sindicato Nacional de Enfermeras del Seguro Social de Salud (SINESS) iniciarán una huelga nacional indefinida, en protesta por mejores condiciones laborales y el cumplimiento de compromisos pendientes por parte de la institución.

La jornada de lucha también se trasladará a las calles de Lima. La movilización partirá del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR), continuará por la avenida Salaverry y culminará con un plantón frente a la sede central de EsSalud en Jesús María, en la intersección de las avenidas Arenales y Domingo Cueto.

Esta huelga representa la voz de más de 14 000 enfermeras que están al servicio de los más de 12 millones de asegurados del país. No buscamos confrontar: exigimos condiciones laborales dignas para asegurar una atención de calidad que los peruanos merecen”, señaló Vitalia Pisfil Farro, secretaria general del SINESS – Base INCOR.

El reclamo también visibiliza casos críticos como el del tomógrafo del INCOR, que permanece inoperativo desde junio de 2025, afectando gravemente la atención de cientos de pacientes cardíacos al mes.

Principales reclamos del SINESS:

  • Igualdad en cargos gerenciales: acceso meritocrático a puestos de dirección, sin discriminación.
  • Brecha de personal y hacinamiento: instalación de una mesa técnica que mida la carga laboral real y trace soluciones.
  • Atención a trabajadores: rechazo a la negativa de brindar atención médica integral a las propias enfermeras en sus centros de labores.
  • Restitución del Bono de Especialidad: pago inmediato del beneficio equivalente al 10 % de la remuneración principal, suspendido de manera desigual frente a otros profesionales.

Las enfermeras no solo exigimos respeto a nuestros derechos, sino también respuestas inmediatas para garantizar condiciones dignas de trabajo y una atención segura para millones de asegurados”, concluyó Pisfil.