La Policía Nacional del Perú (PNP) reveló detalles estremecedores sobre el asesinato de una madre y sus dos hijos en Huaycán, Ate Vitarte, el pasado 24 de octubre.

La investigación, liderada por el coronel Ricardo Espinoza, jefe de la División de Homicidios de la PNP, descartó la hipótesis de extorsión, apuntando a un acto de venganza tras un altercado vecinal.

Las víctimas, identificadas como Sulma Rodríguez Rivera (50), Ángela Lucía Lliullacc (24) e Ítalo Lliullacc (18), fueron encontradas sin vida en su hogar en la madrugada del jueves. Espinoza detalló que los hechos se desencadenaron por una pelea menor que escaló a violencia letal. El conflicto inicial comenzó cuando Ítalo, en defensa propia, lanzó una piedra a un perro que lo amenazaba, pero accidentalmente impactó en la casa vecina donde se celebraba una fiesta.

La piedra generó una confrontación entre Ítalo y varios asistentes al evento, quienes se encontraban bajo efectos del alcohol. Durante la pelea, uno de los asistentes resultó lesionado, lo que intensificó el conflicto. Tras el altercado, Ítalo regresó a su casa para dormir, sin prever que sus vecinos tomarían represalias en su contra.

“Es una escalada de violencia por relaciones interpersonales de barrio. Hemos construido un móvil y es la venganza y humillación que recibió como consecuencia de esta golpiza”, explicó Espinoza.

Según la PNP, horas después del altercado, varios individuos llegaron armados al domicilio de la familia Lliullacc. La madre, Sulma Rodríguez, abrió la puerta, pero fue asesinada de un disparo en la cabeza. A continuación, los atacantes se dirigieron a una de las habitaciones, donde le dispararon a Ángela Lucía y, finalmente, ultimaron a Ítalo mientras dormía.

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