Funcionarios de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), entre ellos su directora, la arqueóloga Ruth Shady Solís, denunciaron que vienen recibiendo constantes amenazas de muerte, a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto.
Es por ello que solicitaron a las autoridades de Barranca que investiguen el hecho y que otorguen las medidas de protección necesarias para los funcionarios de la Zona Arqueológica de Caral.
Estas amenazas comenzaron luego de que el personal de la ZAC denunciara ante la Policía y Ministerio Público la invasión y daño irreparables a diferentes sitios arqueológicos pertenecientes a la civilización Caral, ubicados en el valle de Supe, provincia de Barranca, región Lima, según la denuncia hecha a la División Policial de Barranca, la Subprefectura de la provincia de Barranca y la Fiscalía de la provincia de Barranca.
“Sabemos sus movimientos, dónde viven, qué hacen (…) ahora van a aprender a no meterse nunca más con nosotros, están advertidos”, fue uno de los mensajes anónimos que llegó al celular de la arqueóloga Ruth Shady Solís.
Asimismo, los abogados Kaleb Navarro y Ricarte Morocho, de la Unidad Jurídica de la ZAC, recibieron los mismos mensajes.
“Se pide a las autoridades respectivas realizar las investigaciones que amerita lo expuesto, se logre determinar la identidad de los responsables que están causando zozobra, y se otorgue la seguridad debida para que continúen desarrollando sus actividades con la tranquilidad de servir a la protección y defensa del patrimonio cultural”, se agrega en el documento de la denuncia.
Cabe mencionar que durante la cuarentena debido a la pandemia del COVID-19, la Zona Arqueológica de Caral denunció la invasión a los sitios arqueológicos: la Ciudad Sagrada de Caral, Chupacigarro, Allpacoto, Pueblo Nuevo, Vichama y Limán.