En plena segunda ola por el coronavirus, agentes de la Policía Nacional y personal de Serenazgo de la Municipalidad de San Martín de Porres llevaron a cabo una intervención a alrededor de 150 personas que participaban en una fiesta COVID-19 dentro de una discoteca. El evento se llevaba a cabo esta madrugada durante el horario de inmovilización obligatoria (toque de queda) establecido como parte del estado de emergencia.
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Las cámaras de América Televisión mostraron que, en el evento realizado en la discoteca conocida como ‘La Capilla’, situado cuadra 2 de la avenida Manufacturas, era amenizado por una orquesta en vivo, se consumía alcohol, los asistentes no portaban mascarilla y no se respetaba la distancia social, medidas obligatorias para prevenir contagios de COVID-19. Trascendió que este local funcionaba como prostíbulo.
El coronel Luis Saldívar, jefe de Serenazgo, indicó que es la tercera vez en que los dueños de este local infringen las medidas impuestas por el Gobierno en el marco del estado de emergencia por la pandemia.
Entre los intervenidos figuran miembros de la orquesta, un vendedor de empanadas, y también un infractor que intentó escapar por una casa contigua, pero no logró huir de la autoridad.
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Todos los detenidos fueron llevados al centro de retención ubicado a espaldas de la comisaría de Túpac Amaru, donde se les aplicó la multa correspondiente. El local fue clausurado definitivamente.
Las reuniones sociales se encuentran prohibidas a nivel nacional debido a la pandemia por COVID-19. Además, en Lima y Callao, el toque de queda rige de 9 p.m. a 4 a.m., por lo que la ciudadanía no puede salir de sus hogares, salvo una emergencia o por trabajo, durante ese rango de horario.