Luego de que el ministro de Energía y Minas, Miguel Incháustegui, lo señalara como una de las “personas cercanas” al partido político Acción Popular que le enviaron mensajes intimidatorios en plena crisis política, Santiago Arancibia declaró que todo fue producto de la casualidad, en diálogo con RPP.
“Fue un mensaje que se envió de casualidad. No lo iba a enviar en ese momento, lo iba a hacer después, justo sonó el teléfono. Es una invocación, nada más, no le he dicho lo que tiene que hacer", comentó.
Arancibia reveló que fue Daniel Huarcaya, el otro sindicado por los mensajes en plena crisis política, quien le presentó al ministro Incháustegui, y que fue por la cercanía que tenían que le remitió la invocación.
“Yo tengo todos los mensajes grabados para aclarar lo que se tenga que aclarar. No somos parte de ninguna red de nada, no formo parte de una conspiración de modo absoluto”, indicó.
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Asimismo, sostuvo que sus asistencias a la sede del Congreso en los últimos días se debieron a que buscaba impulsar proyectos para evitar la contaminación de un río en Tumbes y la evaluación del acuerdo de Escazú.
Sobre su permanencia en Acción Popular, Arancibia deslizó la posibilidad de que una sanción contra él sea un escenario para nada improbable.
“No hay delito de opinión, pero si esa fuera la decisión del partido, no tengo ningún problema en acatarla. Opinar no es un delito, cuantas cosas cuelgan en las redes del contexto en que viven y nadie los separa de nada”, insistió.
Por lo pronto, el ministro de Energía y Minas escribió en sus redes sociales que el accionar de Huarcaya y Arancibia “no representan el sentir de un partido”.