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La mafia del tráfico de terrenos ha desatado una ola de crímenes que amenaza con ir en aumento en nuestra capital. La madrugada de ayer, la matanza de cinco personas, entre ellas dos niñas de 3 y 9 años, ha conmocionado y llenado de pánico a los vecinos de la Asociación Popular Villa Mar, en Ancón. Otras tres personas, entre ellas una bebé de 18 meses de nacida, resultaron heridas.
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Las víctimas estuvieron reunidas en la casa de Deysi Zevallos Luna (42), en la calle Confraternidad, mz. 82, lote 4, y permanecieron ahí hasta pasadas las 3 de la mañana. A la hora de retirarse, empezaron a abordar un auto blanco que estaba estacionado frente a la vivienda. En ese momento, un grupo de sujetos armados los sorprendió y los atacó a balazos.
Dentro del vehículo fueron acribillados Nataly Tuya Jara (21), Armis Amasifuén Espinoza (35) y Pilar Castañeda Villaorduña (36), que estaba en el asiento trasero con su hija de 9 años. Los detectives encontraron a la niña abrazada de su madre y encima de ellas, como queriendo cubrirlas del ataque con su cuerpo, estaba Amasifuén.
Los sicarios dispararon también contra las personas que se encontraban en la puerta del domicilio, resultando heridos Deysi Zevallos, con una bala en el cuello, Jack Marlon Izuisa Zevallos (32), quien tiene tres impactos en el cuerpo, y una bebé de 18 meses de nacida, a la que le cayó un proyectil en la oreja izquierda. Una niña de tres años, que sería hija de Nataly Tuya, murió a las pocas horas de haber sido evacuados al hospital de Puente Piedra.
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“los desquiciados”. A pocas horas del criminal ataque, la Policía capturó a los presuntos asesinos al interior de una choza, en el AA. HH. El Mirador. Darwin Valdez Álvarez (22), Henry Jaime Mio Chunga (19), Marco Ventura García (23) y Cristofer César Chipana Ramos (24) cayeron con una Mini Uzi, un revólver, una pistola y droga. Para la PNP, “Los Desquiciados de Villa Mar” son los principales sospechosos del crimen y se encuentran detenidos por el presunto delito de homicidio bajo la modalidad del sicariato. El móvil sería la usurpación y tráfico de terrenos.
Los vecinos decidieron hacer justicia con sus propias manos y quemaron la precaria vivienda en la que se resguardaron los malhechores.
Aterrorizados
El 10 de julio pasado, en esta misma zona, Esperanza Jara (55), mamá de Nataly Tuya, y Jorgelina Ubillús (43), ambas vendedoras de menú y dirigentes vecinales, fueron asesinadas en la casa de la primera de ellas por sicarios que simularon ser comensales.
Un mes antes de ese crimen, su vecino Víctor Castañeda fue victimado cuando construía un silo frente a su casa.
