La campaña de recolección de firmas para la inscripción de un partido político ante el JNE se torna intensa en las calles de Lima, donde “promotores” regalan gaseosas -algunos lo acompañan con su paquete de galletas- para cumplir con su objetivo. La oferta por estampar en el planillón una rúbrica y el número de DNI crece a medida que se acerca el año preelectoral.
José Manuel Villalobos, experto en temas electorales, señaló a Correo que lo único que queda para evitar esta práctica “clientelista y antidemocrática” es educar a la ciudadanía, pues la ley no prevé nada al respecto. Las únicas armas para combatir esta informalidad son las denuncias periodísticas y públicas. Este diario sorprendió a dos grupos callejeros de recolectores de firmas, uno ubicado en dos accesos al Hospital del Niño, en Breña, y otro a tan solo una cuadra de Palacio de Gobierno.
(Fotos: Collins Candela)