A veces la incapacidad es sinónimo de dejar de hacer y frustrarse de por vida. Pero cuando hay esfuerzo, dedicación y sobre todo perseverancia se logran los objetivos que nos hemos propuesto.
Lennox Daniel Álvarez La Torre, una personas con discapacidad o habilidades diferentes es un ejemplo de superación y esperanza, su historia nos demuestra que la diversidad y la inclusión son valores fundamentales que debemos promover en nuestra sociedad, de cómo llegar a lo más alto en una profesión y sirve de modelo a seguir para otras muchas personas, porque para él no existe obstáculo que lo frene.
Luego de haber culminado su bachillerato en la Facultad de Economía en la UNP, acaba de su sustentar su tesis denominada: “Factores que inciden en la inserción al mercado laboral de las personas con discapacidad en los distritos de Piura y Castilla: 2022″, que mereció el reconocimiento del jurado calificador, con “sobresaliente”, para obtener su título profesional de economista.
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OBSTÁCULOS
“Para ingresar a la universidad la inspiración fundamental fue mi abuela materna y toda la familia, y las ganas de superarme sin importar el que dirán. Mi estadía en la UNP, no fue sencilla, tuvo que esforzar el doble para poder culminar y tuve el apoyo de muchos amigos. Se me presentaron obstáculos, pero pude superarlos. A las personas que tiene problemas como yo, le digo, con perseverancia se puede superar, no es sencillo pero tampoco imposible. Espero que mi historia sirva de ejemplo, que nosotros podemos lograr grandes cosas”, señala Lennox Daniel.
Por lo pronto quiere conseguir un trabajo estable ya sea en el sector público o privado, “Quiero demostrar de lo que soy capaz, y este logro que he obtenido es el punto de partida para concientizar a la población, a las autoridades, de que nosotros las personas con habilidades diferentes necesitamos el apoyo para lograr superarnos, que nos den facilidades y juntos erradicar tantas brechas de desigualdad que aún existen”.
Según nos cuenta Daniel, cuando nació tuvo meningitis y le diagnosticaron hemiplejia infantil. de pequeño lo llevaron a Huancabamba, quedando al cuidado de su abuela materna Luchi, allá estudio en un CEBE, luego vino a Piura y terminó el sexto grado en Lima, donde debía estar para sus terapias en la clínica San Juan de Dios, ya que en Piura no las hacían. Regresó y siguió estudiando la secundaria en la IEP. Juan Enrique Pestalozzi hasta culminar.
