El presidente de la Junta Transitoria del Mercado Modelo, Paúl Vilela, precisó que sus ventas han mermado en un 40%; debido al desorden que se vive en las áreas públicas, por lo que exhortó a las autoridades a implementar las estrategias para frenar esta situación.
El presidente de la Junta Transitoria del Mercado Modelo, Paúl Vilela, precisó que sus ventas han mermado en un 40%; debido al desorden que se vive en las áreas públicas, por lo que exhortó a las autoridades a implementar las estrategias para frenar esta situación.

A inicios de la campaña navideña, cientos de ambulantes volvieron a tomar las áreas públicas del Complejo de Mercado de la ciudad de , generando caos y desorden a su paso.

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Esto podría convertirse en una “bomba de tiempo” con el paso de los días, teniendo en cuenta que cada día, los informales ocupan un espacio para poder ofrecer sus productos ante las prontas fiestas. Ello en medio de la pandemia y el peligro de una tercera ola del COVID-19.

Los comerciantes formales son los más afectados ya que sus ventas se han reducido en un 40%, debido a la competencia desleal y desorden que han generado los ambulantes.

Situación

En un recorrido por el Complejo de Mercados, Correo constató que las veredas de la avenida Mártires de Uchuraccay han sido ocupadas por ambulantes que ofrecen ropa, calzado y comida, en ocasionales puestos de venta que no guardan el debido distanciamiento social ni tampoco el uso de los protocolos de bioseguridad, sumado a que el acceso de ingreso de los miles de clientes que llegan todos los días hacia los mercados formales ha sido impedido ya que no dejan espacio para el libre tránsito de los transeúntes.

En medio del caos, algunos ambulantes, incluso, colocaron sus productos en las puertas de ingreso del Mercado Modelo, y en las bancas instaladas en el boulevard de dicha avenida. Desorden similar generó otro grupo de ambulantes en varios tramos de la avenida Blas de Atienza y otros sectores del Complejo de Mercados.

“Los ambulantes regresan todo el tiempo acá (avenida Mártires de Uchuracay), incluso, cuando se les prohíbe el ingreso trepan las rejas del cerco colocado por la municipalidad. Los retiran y vuelven a regresar, es lo mismo de siempre. Ya estamos en campaña navideña y cada día vienen más y más ambulantes, es una competencia desleal porque nosotros pagamos nuestros impuestos y ellos no”, comentó una vendedora cuyo puesto se ubica a pocos metros del espacio invadido por los informales.

El presidente de la Junta Transitoria del Mercado Modelo de Piura, Paúl Vilela Pacherrez, precisó que existe una incapacidad crónica por parte de la Municipalidad de Piura en su intento de controlar el comercio ambulatorio, ya que a pesar que los fiscalizadores realizan el desalojo de los informales, incluso, en medio de desmanes con bombas lacrimógenas, estos retornan nuevamente, dominando la situación a su antojo.

“Los clientes tienen miedo de venir al mercado por las constantes trifulcas entre los ambulantes y los fiscalizadores. Los ambulantes siguen dominando la situación, y con el inicio de la campaña navideña la situación va a ser más difícil”, refirió.

Vilela detalló que debido al incremento del comercio ambulatorio en las veredas que se ha convertido en una barrera para el ingreso de los clientes y además generan aglomeración, las ventas se han reducido en un 40% debido al temor de algunos usuarios de contagiarse del virus. “Ni siquiera dejan espacio para caminar y la gente que se quiere cuidar del COVID no viene, ello ha mermado nuestras ventas porque tienen bloqueadas las vías prácticamente”, dijo.

Del mismo modo, el comerciante enfatizó que todos los comerciantes formales de los 13 mercados que agrupa el Complejo de Mercados, incluyendo las galerías, han implementado con recursos propios los protocolos de bioseguridad para cumplir con lo que la municipalidad les exige, ya que por ejemplo cerrar un día el Mercado Modelo genera pérdidas de más de 5 millones de soles.

“Ayer hemos tenido un recorrido pidiendo a todos los comerciantes que respeten los espacios, pasadizos y otros, para que no haya el peligro que nos cierren el mercado”, señaló.

Sin embargo, los informales no cumplen con las medidas de protección ante la pandemia. Por ello, exhortó al Ministerio de Salud y Produce a realizar una inspección en todo el mercado y levantar las observaciones.

“La mayoría de ambulantes son gente que necesita llevar un pan a su casa, pero tiene que haber un orden por la situación (pandemia) en la que nos encontramos”, agregó.

Finalmente, Vilela Pacherre remarcó que existe un grupo de informales a quienes se les debe dar la oportunidad de puestos temporales debidamente implementados y señalizados cumpliendo los protocolos de bioseguridad.

“La municipalidad por las tardes ha dado la oportunidad a vendedoras de emolientes y dulces que han sido debidamente implementadas con el logo de la municipalidad, y los protocolos; eso deberían hacer con los ambulantes que realmente lo necesitan. Darle la prioridad a cierta cantidad de gente dándoles las condiciones y reglas de conducta de atención al público, y cobrarles arbitrios y con eso generar ingresos para cuidar el orden”, puntualizó.

Abandonados

En medio de esta situación, los ochenta comerciantes que sufrieron las pérdidas de sus puestos de venta, tras el incendio del pasado 10 de marzo, en parte del Mercado Modelo, se sienten abandonados, ya que a dicho siniestro se sumó el desalojo que sufrieron el pasado 3 de marzo del jirón Gonzalo Farfán donde fueron reubicados momentáneamente.

El dirigente Jorge Ledesma, uno de los afectados por el incendio, dijo que la situación por la que atraviesan es bastante crítica, pese a ello, han tenido que cumplir con todo lo que está normado por la municipalidad como el pago a una empresa para desmontar el techo quemado que costó 36 mil soles, entre otros trámites cuyos costos fueron asumidos por los afectados.