Carlos Bayona Fiestas es un pescador artesanal de La Isilla, en la provincia de Paita. Su jornada inicia a las cinco de la mañana cuando se dirige a la playa “La Cabrera”, con la esperanza de que la pesca sea suficiente para obtener el sustento de su familia. Sin embargo, su trabajo ha sido afectado por la disminución de su principal recurso: la pota. Así como él, hay otros 22 100 pescadores artesanales en la región, conforme a los registros de la Dirección Regional de la Producción de Piura (DRP), que enfrentan la misma situación de crisis en el sector pesquero.
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Lizardo Ayón, ex director Regional de Producción de Piura explica que Piura es una de las zonas más privilegiadas del Perú y de Sudamérica, gracias al encuentro de las corrientes de Humboldt y del norte. No obstante, esta riqueza natural enfrenta un escenario difícil. Durante los últimos siete meses, la captura, especialmente de pota, ha disminuido 142 400 toneladas.
El Ministerio de Producción (Produce) a través de un comunicado publicado el último jueves asegura que el fenómeno La Niña, que enfría el mar, ha originado que el recurso marítimo se disperse hacia otras zonas, desde otoño de 2023, afectando las tasas de captura de la flota artesanal.
EL SECTOR ARTESANAL
Pedro Silva Minga, pescador artesanal, explica que la reducción del tamaño del calamar gigante, que ha pasado de ejemplares de 50 a 100 kilos a especímenes de apenas 1 a 3 kilos. El representante agrega que las embarcaciones chinas están matando el recurso juvenil, por lo que en poco tiempo no habrá nada que extraer.
Carlos Bayona Fiestas, gerente general de la Cooperativa Pesquera Jehová Rey de Reyes, expresa su preocupación por la situación. La escasez de pota y la presión de las flotas extranjeras han dejado a los pescadores sin ingresos. Carlos Bayona indica que “un pescador puede ganar entre 100 y 150 soles en un buen día de trabajo, pero muchas veces no logran llevar nada a sus familias”.
EL SECTOR INDUSTRIAL
En la región, el panorama pesquero enfrenta desafíos críticos. Seafrost, una de las principales empresas del rubro, no es ajena a esta realidad. Baruch Byrne, el gerente de operaciones, expresó su preocupación por la falta de apoyo al sector: “El Estado no ve al sector pesquero como un motor para impulsar la economía del Perú”. El descenso en la captura de pota, recurso objetivo, ha afectado a la compañía, que tenía una producción diaria de 300 toneladas. Sin embargo, en lo que va del año, solo ha alcanzado 9001 toneladas. Ante esta circunstancia, la empresa ha diversificado la producción de congelados con otros recursos como el atún, la merluza, el langostino, entre otras especies. Pese a la crisis, Seafrost ha mantenido su planilla de 1600 trabajadores porque cuenta con distintas áreas de trabajo.
Sin embargo, en Paita hay 21 plantas que están paralizadas porque solo procesaban pota, tal como lo detalla Lizardo Ayón.
La situación del sector ha unido a pescadores artesanales e industriales en un llamado al Estado para solicitar la creación de una “zona adyacente” que extienda la protección de las aguas peruanas hasta las 250 millas, para salvaguardar la migración y reproducción de los recursos marinos. Además, piden la formación de un Ministerio de Pesquería que se enfoque exclusivamente en sus necesidades.
El Ministerio de Producción (Produce) señala que en el 2023, el procesamiento de pota para la exportación y producción fue un 36 % superior al de 2022, alcanzando las 621900 toneladas, por causa del fenómeno de El Niño, pues al calentarse el mar, el recurso abunda. Entre enero y julio del año pasado, la producción de pota fue de 316 000 toneladas, en tanto que las exportaciones durante el mismo período sumaron 348 700 toneladas. En cambio, entre enero y julio de este año solo se han extraído 173 600 toneladas.
(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron: María Pingo Alvarado, en redacción; Marco Ruiz Reto y Carlos Sai Yamunaqué, en investigación y Dania Castillo Navarro, en infografía).
