(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

La Municipalidad de Zorritos tomó la decisión de suspender todo tipo de festividad y actividades programadas para año nuevo con el objetivo de salvaguardar la vida de los vecinos y turistas que acuden a las playas en estas fechas importantes.

Todo esto se debe al oleaje anómalo registrado en el litoral peruano en los últimos días, afectando a varias zonas de la costa.

El alcalde de Zorritos, Jaime Yacila, anunció dicha decisión y afirmó que fue complicado, pues muchos comerciantes esperaban obtener ganancias por la visita a los balnearios.

Nosotros como gobierno vamos a prohibir (celebraciones), no porque estemos en contra, sino que porque tenemos que cuidar la vida y la vida humana no tiene precio. Definitivamente vamos a tratar de tomar las medidas de precaución y tratar de decirles que si quieren celebrar, tendrán consecuencias como una multa o denuncia. Imagínense que pase algo o si una persona en estado etílico se meta y se ahogue, la responsabilidad será de la autoridad”, declaró para Exitosa.

Oleajes anómalos en el litoral peruano se extenderán más allá del 1 de enero

La Marina de Guerra del Perú alertó este domingo que el oleaje anómalo que afecta el litoral peruano podría extenderse más allá del 1 de enero, como se había previsto inicialmente. Este fenómeno ha obligado al cierre de 101 puertos y causado daños en embarcaciones, balnearios y actividades económicas en las zonas costeras del país.

El jefe del Departamento de Oceanografía de la Dirección de Hidrografía y Navegación, Enrique Varea, explicó a Canal N que, aunque la intensidad del oleaje comenzará a disminuir desde este lunes, podría persistir con menor fuerza durante los próximos días debido a perturbaciones en el hemisferio norte, de donde proviene el fenómeno.

“El día pico fue el pasado viernes. Desde este lunes pasará a moderado, luego a ligero, pero no desaparecerá del todo. Según las perturbaciones que observamos, es muy probable que el oleaje continúe más allá del 1 de enero”, indicó Varea.

El oleaje afecta especialmente las costas norte y central del país, lo que ha llevado a la restricción de actividades pesqueras y recreativas. Además, la Marina monitorea mediante vuelos las embarcaciones que permanecen en alta mar para verificar su estado y brindar ayuda en caso de emergencia.

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