A un día de cumplirse 29 años de su captura, el creador e ideólogo del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso, Manuel Rubén Abimael Guzmán Reinoso, falleció en el centro de reclusión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, donde cumplía cadena perpetua.
Especialistas, autoridades y el Arzobispado de Piura se pronunciaron y pidieron mantener el respeto por las familias de las víctimas de este grupo terrorista.
Muerte
A sus 86 años de edad, dejó de existir el mayor genocida de la historia del país Abimael Guzmán, a quien se le atribuyó más de 30 mil muertes durante los años 80 y 90.
Ante ello, la docente de la Universidad de Piura, Juana Huaco, sostuvo que el gobierno debe actuar de manera transparente y demostrar que no hay ningún vínculo con este grupo terrorista, después que los ministros descartaran seguir sus ideologías y sobre todo el partido político de Perú Libre.
“Marca la historia y lo tenemos que recordar como una persona que no ayudó a la consolidación del país. Yo recuerdo mucho a las familias de Piura que sufrieron mucho con el tema del terrorismo, como en el atentado a Tarata, varias familias de Piura sufrieron, entonces en recuerdo de esas familias definitivamente nunca lo van a olvidar, es una persona que tuvo otros principios y otros ideales, totalmente contra la vida humana”, dijo Huaco García.
Asimismo, lamentó su muerte como ser humano, sin embargo, la docente señaló que se hay que tener mucho cuidado por el legado que deja en el Perú. Las autoridades deberán ser parcas en estas declaraciones y no hacer honores a alguien que solo causó daños al país, sugirió.
“Cuidado con el tema de honores, porque en el gobierno hay gente que tienen antecedentes terroristas, pero ellos están diciendo que no son terroristas, aquí van a tener de demostrar que no, lamentar la muerte, pero ahí nomás quedó, por respeto a las familias, las más de 30 mil muertes”, precisó la especialista en gestión pública.
Por su parte, el constitucionalista y docente de la UDEP, Carlos Hakansson, dijo que no es alegre recordar este episodio de atentados contra los miles de familias que sufrieron a manos de Sendero Luminoso, por lo que sostuvo que el jefe de Estado debe medir sus palabras y honores que se le puedan rendir, y coincidió con Huaco García sobre todo por el respeto a las víctimas.
“Las señales del Estado tienen que ser calculadas, no es una persona que en vida tuvo un alegre recordatorio por la muerte de miles de compatriotas en una época terrible para el país y, especialmente, por las víctimas en el Ejército, la Policía Nacional y la sociedad civil, de niños, autoridades que han fallecido a merced del terrorismo”, precisó Hakansson.
El constitucionalista sostuvo que la permanencia de ministros que tengan vínculos al terrorismo no debe darse en democracia y la muerte del líder histórico agrava mucho más las cosas, “pero al margen de que se haya producido la permanencia de ministros vinculados al terrorismo no es viable en el país, yo creo que el presidente lo sabe y está manteniendo en su condición. La muerte del líder se ha producido observando como de alguna manera el partido ideológicamente ha llegado al poder, eso es amargo para el pueblo peruano, porque digamos ha fallecido sabiendo que un partido vinculado a su ideología ha llegado al poder, y que ministros vinculados, acusados de pertenecer al grupo han llegado al poder”, manifestó.
Al respecto, el arzobispo de Piura, José Manuel Eguren Anselmi, recordó que su “odio totalitario” dejó un legado de destrucción en el país.
En declaraciones a ACI Prensa, Eguren destacó que “Guzmán fue fundador de la banda asesina, terrorista y comunista de Sendero Luminoso, causante en los años 90 de las masacres de comunidades enteras de humildes pobladores de nuestros Andes y Selva, así como de personas en las ciudades, incluidos ancianos, mujeres gestantes y niños, quienes fueron cruelmente asesinados”, precisó Eguren Anselmi.
Asimismo, rescató que el daño también alcanzó a la iglesia al sufrir la muerte de tres sacerdotes, los cuales fueron beatificados el año 2015, y de la religiosa María Agustina Rivas López, conocida como ‘Aguchita’, asesinada en 1990, cuyo decreto de beatificación por martirio ha sido firmado recientemente por el Papa Francisco”.
“Hoy, en que vemos con estupor que personas con un historial oscuro de vinculación a Sendero Luminoso ocupan cargos en el gobierno y en el Congreso, no podemos olvidar lo que esta ideología, intrínsecamente perversa, significa y el sufrimiento que ha causado en la historia reciente del Perú”, expresó.
A través de las redes sociales, el alcalde de Piura, Juan José Díaz Dios, también se pronunció al respecto.
“Murió Abimael Guzmán, el miserable asesino cabecilla de Sendero Luminoso. ¡Ni olvido ni perdón para terroristas! ¡Que viva el Perú!”, escribió en su página de Facebook.
Finalmente, el Grupo Especial de Inteligencia de la Policía Nacional del Perú (GEIN), quien capturó al extinto cabecilla de Sendero Luminoso emitió un comunicado a través de sus redes sociales. “El más grande asesino de la historia peruana ha muerto. Terminó sus días en prisión como era de justicia. Ni su muerte podrá borrar el dolor que dejó la demencia terrorista de Sendero Luminoso. Con él deberá morir también su macabra ideología. Así lo habremos vencido para siempre”, se lee en el pronunciamiento.
Por su parte, el presidente Pedro Castillo también escribió en Twitter: “Falleció el cabecilla terrorista, Abimael Guzmán...Nuestra posición de condena al terrorismo es firme e indeclinable”.