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Los asesinatos siguen imparables. Un septuagenario se convirtió en la nueva víctima de la delincuencia que impera en la región Piura, al ser asesinado de una certera puñalada en el cuello a manos de unos jóvenes consumidores de droga. El crimen ocurrió frente a su esposa, en el distrito Veintiséis de Octubre.
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Ataque
El horrendo hecho de sangre ocurrió a las 4:00 de la tarde del martes, a inmediaciones del asentamiento Ciudad de Dios (a espaldas de la I.E Almirante Miguel Grau) y cerca a los humedales de Santa Julia.
El homicidio sucedió cuando el agricultor Aparicio Mijahuanga Jiménez (78) regresaba de su chacra junto a su esposa, quienes fueron interceptados por un grupo de jóvenes, al parecer consumidores de droga.
Según las primeras investigaciones policiales, los malhechores intentaron asaltarlo, pero al intentar defenderse con su machete, al parecer con este objeto fue herido a la altura del cuello, a pesar de las súplicas de la anciana mujer para que no le hagan nada a su compañero.
Los delincuentes huyeron raudamente, mientras que el agricultor cayó tendido en medio de la basura y emanando abundante sangre, pues la herida comprometió la principal vena ubicada en el cuello y el anciano lamentablemente murió en el lugar por hemorragia.
A pesar de los gritos de auxilio de la esposa del agricultor, nada pudieron hacer para salvarle la vida.
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Los indignados pobladores criticaron duramente la labor del representante del Ministerio Público, quien después de cuatro horas llegó en compañía del personal de la sección de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri) y el médico legista para realizar el levantamiento del cuerpo e internamiento en el Instituto de Medicina Legal de Piura para la necropsia de ley.
“Ellos venían de su chacra y caminan por esa zona y los desgraciados lo asaltaron y mataron”, informó una vecina de los ancianos.
“Él vivía de su chacra, era una gran persona, muy trabajadora, queremos justicia para Don Aparicio y todo el peso de la ley para los asesinos”, añadió otra pobladora, que prefirió no ser identificada.
La investigación la inició la Divincri y con la ayuda de los pobladores ya se habría identificado a los presuntos autores del crimen.
