Dos balas acabaron con la vida de un humilde mecánico, luego que un grupo de delincuentes llegaron y dispararon contra un bar en la urbanización Los Titanes, en Piura. Otras tres personas, entre ellas un docente que es hijo de un policía en actividad, resultaron gravemente heridos de bala.
El sangriento hecho ocurrió a las 10 de la noche en el exterior del bar Son de Barrio, ubicado en la avenida San Martín, frente a la institución educativa José Inclán de la urbanización Los Titanes de Piura.
Según las primeras indagaciones policiales, un grupo de delincuentes llegó a bordo de un auto y una motocicleta modelo pulsar y tras descender dispararon contra el bar, al parecer porque minutos antes se les negó el ingreso.
Producto de la infernal balacera, el joven mecánico y electricista, Omar Jesús Guzmán Mejía (39 años), quien circunstancialmente caminaba por el exterior del bar para ir a comprar comida, murió producto de dos balas que le impactaron en la cabeza.
A pesar que el joven fue trasladado de emergencia al hospital Santa Rosa de Piura, lamentablemente una bala le perforó la vena aorta y le provocó un shock hipovolémico que desencadenó su deceso.
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También resultaron gravemente heridos de bala Luis Alberto García Velaochaga (50 años), quien sería familiar de uno de los propietarios del bar y el docente Kesley Alexi Tineo Checa (26 años), este último hijo de un policía en actividad.
Se conoció que ambos se encuentran en el hospital Santa Rosa luchando por su vida.
Tineo se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, pues una de las balas le perforó órganos vitales.
También resultó herida de bala Nancy Salgado Aranda (47 años), quien llegaba al bar cuando se registraba la balacera.
Ella fue evacuada de emergencia al Hospital Regional José Cayetano Heredia del distrito de Castilla.
La familia del mecánico y también electricista, narró que él se dirigía a comprar comida para llevarle a su madre hasta su domicilio, en el asentamiento Granja de Colores.
El joven laboraba en la mecánica de su tío, que se ubica a pocos metros del bar y era muy conocido, especialmente entre los efectivos policiales, pues les arreglaba y revisaba sus vehículos.
Hasta el lugar llegó personal de la sección de Homicidios y de la Oficina de Criminalística para iniciar las investigaciones de este crimen.
