La investigación del secuestro del ingeniero C.E.T.R. (57 años), por quien su familia pagó 100 mil soles para que lo liberen, ha dado un vuelco inesperado y ahora apunta como presunto responsable al empresario Hugo Ocaña Peltroche y sus hijos. Es decir, una familia que secuestró a un rival en los negocios, por venganza.
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Testimonio
El ingeniero C.E.T.R. ha declarado que Hugo Ocaña es un proveedor con quien trabajó hace varios años.
“En la obra él puso el afirmado y yo los volquetes. Yo liquidé la obra, repartí a todos el dinero y lo que le correspondía a él, pero él quería coger toda la plata para pagar”, acusa el ingeniero que fue secuestrado desde el 9 hasta el 11 de abril.
Correo tuvo acceso a la carpeta que investiga el fiscal Manuel Poquioma y encontró muchos detalles que hasta el momento no se habían revelado.
Allí se menciona que mientras era transportado a la sierra, los captores del secuestrado le dijeron: “Tú ya sabes a quién has cag...”, a lo que él respondió que anteriormente solo había tenido problemas con Hugo Ocaña Peltroche. Cuando mencionó dicho nombre, le gritaron y con lisuras le dijeron que se calle.
El ingeniero C.E.T.R. también relata que en la sierra lo ingresaron a un cuarto de 9 metros cuadrados que tenía una sola ventana tapado con un colchón viejo, con techo de calamina con carrizo, donde tenía un colchón de paja y una silla de metal vieja que utilizaban para enmarrocarlo.
Posteriormente, sus captores le mostraron sus tarjetas y le preguntaron cuál de ellas tenía plata, a lo que respondió que solo tenía dinero en la tarjeta BCP. Inmediatamente después le pidieron la clave y dos personas salieron de esa casa y otras dos se quedaron cuidándolo.
Lo que víncula a Hugo Ocaña y a su familia es que el fiscal y la Policía lograron obtener videos de diversas tiendas y centros comerciales de Piura, donde los hijos de Ocaña aparecen gastando el dinero de la tarjeta del secuestrado.
Por este motivo, el último fin de semana la jueza Rosa Gonzales Novoa autorizó el allanamiento y descerraje de una vivienda de la urbanización Los Rosales de Avitole y otra casa de la urbanización Piura, en el lado de la avenida Circunvalación.
Sin embargo, algo extraño sucedió, pues parece que los investigados ya sabían que los iban a intervenir y no los encontraron en sus viviendas, pese a que supuestamente la Policía ya los había estado vigilando. La intervención de ese día fue un total fracaso y un duro golpe a la investigación.
Se reafirma
En la investigación fiscal, el secuestrado se reafirma en sospechar de Hugo Ocaña Peltroche porque menciona que hace unos años hicieron una obra y perdieron dinero y dicha persona lo culpa de esto.
Asimismo, detalla que en enero de este año, su amigo E. L. le advirtió que Hugo Ocaña lo quería matar y que ya había llegado gente de Chiclayo para dicho fin.
También se supo que el supuesto colombiano de los audios que negociaba el pago de los 100 mil soles con uno de los hermanos del secuestrado, en realidad era el mayor de los hijos de Hugo Ocaña. Su nombre es Luis Franco Ocaña Riega, quien fue grabado comprando en una conocida tienda deportiva con la tarjeta que le habían arrebatado al ingeniero durante el secuestro. Más de dos mil soles en compras, con el dinero de su víctima.
Esto fue un violento secuestro que escondía detrás una implacable sed de venganza, seis años en los que según la tesis policial, Hugo Ocaña planeó cada detalle y que finalmente materializó con sus propios hijos en abril pasado, sometiendo no solo al ingeniero sino a toda su familia.