En el primer día de permiso que le otorgó el Poder Judicial para ver a la pequeña, el hombre le dio de beber un potente veneno cuando se encontraban en el parque Huamán de los Heros.
En el primer día de permiso que le otorgó el Poder Judicial para ver a la pequeña, el hombre le dio de beber un potente veneno cuando se encontraban en el parque Huamán de los Heros.

Lamentable. Un obrero decidió acabar con la vida de su hijita de 7 años de edad, dándole a ingerir un potente veneno mezclado con una bebida rehidratante, cuando ambos se encontraban en el parque Huamán de los Heros en la ciudad de .

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SUCESO

Este hecho de parricidio que ha consternado a la población, ocurrió el mediodía de ayer, cuando Julio César Silva Castillo (39), había recogido a su hijita de la casa de la madre de la menor, en el primer día que las autoridades del Poder Judicial le habían otorgado permiso para ver o salir con su hija.

El obrero llegó hasta el parque Huamán de los Heros, ubicado al costado del puente Lima, donde le dio a ingerir el potente veneno mezclado con la bebida rehidratante Sporade, la cual luego fue encontrada por las autoridades.

Luego que su hija lo bebió, él hizo lo mismo, haciendo que ambos empiecen a convulsionar y arrojen espuma por la boca, cayendo al piso y quedando tirados por varios minutos. Los transeúntes y vecinos fueron quienes dieron la alerta del hecho y agentes de Serenazgo y la Policía llegaron y los trasladaron al Hospital de Apoyo II, donde lamentablemente el hombre llegó sin vida y luego de unos minutos falleció su hija.

Se supo que en la ropa del hombre, el personal de Salud le encontró una carta donde el hombre indicaba que lo había hecho porque su exmujer y madre de la menor se fue con otra pareja.

“Mi hijita estaba tan feliz conmigo. No quería quedarse con él, lloraba. Pero como firmamos para que le pase su mensualidad, le dieron la orden que podría llevársela, pero por 3 horas. Ella no quería ir, sino que como le dijeron que tenía que verla como padre, la he bañado y cambiado y se fue con él. (...) Ahora ese hombre me la ha quitado para siempre. Pobrecita mi hijita...”, dijo llorando Mercedes Pachérrez Ordoñez, madre de la niña que llegó al nosocomio junto a sus familiares.

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