La robot peruana, creada en tiempos de pandemia, que dio la vuelta al mundo en noticias por ser la primera en enseñar quechua y ayudar a maestros en comunidades del Vraem, estuvo esta semana por Piura recopilando más información que nutren su memoria digital y le ayudarán ahora a mostrar información de Piura por donde quiera que vaya.
Se llama ‘Kipi’ y su creador es el docente huancavelicano Walter Velásquez Godoy, de 33 años, quien recibió el reconocimiento de ‘Palmas Magisteriales’ por el Ministerio de Educación, tras este aporte que fascinó no solo a sus alumnos sino a todos los escolares que conocen a `Kipi’ e interactúan con ella.
Walter Velásquez, decidió visitar Piura y con `Kipi’ en brazos llegó hasta la comunidad afrodescendiente de Yapatera, visitó el museo que guarda los episodios de esclavitud que sufrieron y conoció relatos del activista Abelardo Alzamora. Luego en la plaza principal interactuó con niños y niñas que enseñaron a ‘Kipi’ algunas cumananas que replicará a partir de ahora.
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Luego visitaron San Miguel de Tangarará, conocieron la fundación de Piura como la primera ciudad fundada por Francisco Pizarro en América del Sur, tras su arribo a esta parte del país. El promotor cultural Nilton Murguía, explicó a la robot y su creador como fue que el valle del Curaca Tangarará se convirtió en el lugar elegido por los españoles para sentar la cruz española símbolo de la nueva religión y fundar la primera ciudad con escudo español.
Tras el relato, ‘Kipi’ nuevamente conoció a varios niños y niñas de este pueblo que fascinados corrían a conocerla en el histórico parque, al pie del Obelisco, en San Miguel de Tangarará.
El incansable recorrido de Walter Velásquez y la famosa ‘Kipi’, contempló también la visita a Sechura. Junto a la docente Giovanna Rumiche Ayala, llegaron para conocer e interactuar con los alumno del emblemático Colegio San Martín. Conocieron el histórico y monumental Templo San Martín de Tours, las réplicas del cóndor que vive y anida en Illescas; así como el majestuoso Médano Blanco. En todo momento, ‘Kipi’ no dejó de registrar y nutrir su potente cerebro.
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En la ciudad Piura, antes de partir, Kipi y su creador decidieron visitar dos planteles: San Diego School en el distrito Veintiséis de Octubre, en donde los niños preguntaron muchas cosas a la robot y conocieron su historia. Finalmente, el último plantel fue el emblemático San Miguel de Piura, en donde la emoción de los docentes y alumnos fue gratificante y se plasmó en un reconocimiento directoral por la visita del docente Velásquez y su creación.
La robot fue armada de piezas reciclables. Su cabeza es una radio, sus ojos dos linternas, su cuerpo una galonera y sus pies una parte de pequeña balanza con ruedas. En su espalda lleva un cargador solar con el que se nutre de energía y que justamente a eso le debe su nombre: ‘Kipi’ significa ‘cargar’ en quechua. Ahora de ‘Kipi’, gracias al apoyo de ‘Kallpa Generación’, hay siete clones distribuidos en comunidades educativas rurales del país. Y se vienen más, uno de ellos enrumbará a Korea, y llevará justamente la versión con la información también recogida en Piura.
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