Javier Paredes Ugarte, docente de profesión, tienta por segunda vez la alcaldía distrital de San Miguel por la organización política Movimiento de Integración y Revolución Andina (MIRA). Afirma que su trayectoria dirigencial como maestro, funcionario público y estar en las luchas sociales, han demostrado que puede hacer mucho por su pueblo.
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¿Su experiencia dirigencial y profesional lo preparó para ser alcalde?
Desde que asumí un cargo en mi urbanización, como dirigente, como presidente del comité de vigilancia del presupuesto participativo, y del comité de gestión para la construcción del palacio municipal.
¿Cuáles son las prioridades de San Miguel?
Urge el plan de desarrollo urbano, que está como nos lo ha heredado la Municipalidad Provincial de San Román (MPSR). En los 100 primeros días vamos a atender a las urbanizaciones que no tienen habilitación. Vamos a auditar la municipalidad porque los presupuestos que eran para obras se han destinado para otros conceptos. Pagamos altos costos por autoavalúo, en mi gestión derogaremos esa ordenanza municipal.
¿Qué propone en cuanto a saneamiento y recojo de residuos sólidos?
Falta atención con agua y desagüe a buen sector de la población. Vamos a formular proyectos que alcancen a Mucra, Chingora y el centro poblado Ayabacas. Respecto al recojo de basura, no contamos con una planta de tratamiento ni siquiera se buscó un terreno.
¿Qué plantea para educación, cultura y deportes?
Un instituto superior tecnológico y más colegios para Chingora y Mucra. San Miguel tiene un equipo que participa en Copa Perú, por eso construiremos un estadio polideportivo.
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¿Cómo enfrentar la inseguridad ciudadana?
Con un plan piloto para gerenciar y administrar este problema. Crearemos una gerencia de seguridad pública y requeriremos el apoyo de la instancia provincial, regional.
¿Cuál es la ventaja ante sus competidores?
Estamos compenetrados con el distrito de San Miguel, hemos convivido con su problemática, sus alegrías, con sus luchas y movilizaciones por lograr propósitos comunes. Siempre hemos volcado nuestra vocación de servicio. Estos cuatro años son pasajeros, pero hay que dejar huella de trabajo.