El operativo se realizó por el Grupo Terna de la PNP. Puno. Foto/Difusión.
El operativo se realizó por el Grupo Terna de la PNP. Puno. Foto/Difusión.

Miembros del Grupo Terna de la Policía de Juliaca, este fin de semana detuvieron a ocho presuntos integrantes de la banda criminal “Los faraones del Sur”, sindicados de estar presuntamente inmersos en el delito de trata de personas.

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El operativo se realizó en el jirón El Salvador S/N, en la urbanización Taparachi de Juliaca desde las 7:30 de la noche del sábado, diligencias que se prolongaron hasta horas de la madrugada de ayer.

Se trata de Ricardo Vergara Herrera (66), Alex Rolando Ahumada Ayqui (22), Marlester Palomino Samán (34), Deysi Tacusi Mejía (25), Fredy Daniel Díaz Mamani (24), Juan Diego Yépez Samán (28), Jean Marco Pacori Álvarez (27) y Alexander Juli Calderón (28).

La referida organización criminal favorecería el ejercicio de la prostitución y proxenetismo, lucrando con el servicio de trabajadoras sexuales, aprovechándose de sus necesidades económicas. Durante la intervención se rescató a 46 trabajadoras sexuales, cinco de ellas extranjeras. También se intervino a 42 parroquianos.

El caso fue puesto a disposición del fiscal de la Fiscalía Especializada de Trata de Personas de Puno, Erick Paolo Deza Medina. También se comunicó de las diligencias al gerente de fiscalización de la Municipalidad Provincial de San Román, Marco Antonio Corrales Ramos; mientras que los detenidos fueron llevados al Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Juliaca.

Redes

Según el fiscal especializado en trata de personas, Paolo Deza Medina, a la fecha se tiene registrados 86 casos de este delito en la región Puno. Tras una reducción considerable en el 2020, desde el año pasado nuevamente se incrementa y mantienen la tendencia pre pandemia.

La modalidad de capacitación de víctimas ha mutado desde la pandemia. Ahora los tratantes recurren más a los medios tecnológicos, como las redes sociales. Sus edades oscilan entre lo 14 y 23 años, muchas de ellas provenientes de otras regiones del país.

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Complejidad

Al tratarse una problemática estructural, requiere el compromiso y articulación de todos los sectores. “La policía y la fiscalía son el último peldaño”, indica Deza Medina, en relación a la necesidad de trabajar en la prevención de este delito.

También se requiere apoyo logístico del gobierno regional y las municipalidades para implementar refugios, el control de licencias y cierre de locales clandestinos, entre otros. Otro aspecto a trabajar tiene que ver con que a veces las víctimas no se asumen como tal, porque predominan sus necesidades económicas.

El fiscal considera también crear condiciones favorables para que las potenciales víctimas con caigan en las manos de los tratantes. La generación de empleo y establecer políticas para prevenir este flagelo son aspectos muy importantes.