El niño y su familia viven en extrema pobreza. (Foto: Diario Correo)
El niño y su familia viven en extrema pobreza. (Foto: Diario Correo)

Representantes de diversas entidades puneñas acordaron empezar una campaña de ayuda social a favor de Beltrán, el niño de 11 años de edad, quien padece de una extraña enfermedad que le hizo crecer desmedidamente uno de sus pies.

El menor vive en la comunidad Mecani del distrito de Cojata (Huancané), cerca de la frontera Perú – Bolivia, en donde reside junto a su madre, tía y abuela.

Como todo niño, Beltrán sueña con superarse, estudiar para ser profesional y, finalmente, darle calidad de vida a su familia. Su madre es sordomuda, al igual que su tía, por lo que Beltrán tiene limitadas todas sus posibilidades.

Apoyo para Beltrán

La Defensoría del Pueblo comunicó que ha puesto interés en el caso, por lo que está coordinando su traslado a la ciudad de Lima. Aún no se tiene fecha para tal gestión.

Asimismo, la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza y algunos medios de comunicación se sumaron a la idea de apoyar a solucionar el caso “Beltrán”.

Se conoce que a partir de este miércoles se abrirá una cuenta bancaria para que los puneños puedan colaborar con esta causa. La Defensoría del Pueblo supervisará la transparencia de la recaudación.

Beltrán deberá viajar a Lima para buscar tratamiento especializado, pero requiere de que un familiar, mayor de edad, se haga cargo de él, además de firmar autorizaciones para sus intervenciones.

El periodista cojateño Leonidas Bravo está sirviendo de nexo entre las personas que quieran colaborar y la familia de Beltrán, puesto que la comunidad Mecani se ubica a casi dos horas del pueblo, en un viaje que generalmente se hace en motocicleta.

Vive en la pobreza

La situación de Beltrán se agrava porque carece de toda posibilidad material, tanto así que en su casa no tienen electricidad y deben alumbrar mecheros en base a sebo de alpacas.

El Estado dispuso la instalación de paneles solares para las casas, pero las exautoridades comunales no habrían autorizado esa instalación, porque la abuela de Beltrán no tenía dinero para devolver el costo de traslado de materiales.

Beltrán sigue la estrategia Aprendo en Casa, mediante una radio a pilas, sin embargo, la señal es deficiente por esta zona, por lo que se ve obligado a recorrer varios kilómetros.