Personal policial de la sección de Homicidios llegó hasta la vivienda donde se velaban los restos de la joven universitaria Esmeralda Gonzales Tapia (23), asesinada la madrugada del miércoles, para utilizar sus huellas dactilares y desbloquear su equipo celular.
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El dispositivo móvil será clave para ubicar sus últimos mensajes y determinar si conocía al principal sospechoso hasta el momento, identificado como Juan Carlos Paxi Condori (24).
Diligencia en el velorio
Los agentes de la División de Investigación Criminal arribaron hasta la casa en el distrito Gregorio Albarracín, a alrededor de las 12:30 horas cuando estaban a punto de trasladar el féretro a la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann donde se había programado un homenaje. La joven cursaba el octavo ciclo de la carrera de ingeniería en industrias alimentarias. Este era su último año de estudios.
Luego de algunas coordinaciones los policías se contactaron de forma virtual con el representante del Ministerio Público, el abogado del sospechoso, así como con otros participantes para cumplir la diligencia. Luego, de un sobre lacrado sacaron el aparato móvil y procedieron a colocar el dedo de la joven asesinada para liberarlo.
Iba a estudiar arquitectura
Entrevistada la madre de la víctima, Margarita Tapia Calizaya, reiteró que su hija no conocía al presunto victimario, era una persona tranquila, no salía a fiestas y se dedicaba solo a estudiar. Expresó que se sentía destrozada al igual que toda su familia ya que habían volcado sus esfuerzos en que su hija sea profesional y que se siguiera superando. Según contó, Esmeralda González tenía la intención de estudiar una segunda carrera, arquitectura y ser una persona útil para la sociedad.
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Sus excompañeros de la institución educativa Enrique Paillardelle contaron que era buena estudiante, nunca había repetido de año y no se metía en problemas.
Sepultada en cementerio general
Ante las diligencias por parte de la Policía Nacional ya no hubo tiempo para realizarle el homenaje en la Universidad Jorge Basadre. Los restos a las 2:30 h fueron conducidos directamente al cementerio general Presbítero Sebastián Ramón Sors donde ya le esperaban algunos compañeros de estudios.
