En condiciones deplorables que atentan contra la salud de los consumidores funciona el único camal del departamento de Tumbes, ubicado en el distrito de Corrales.
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En recientes archivos fotográficos a los que Correo accedió se observa la falta de higiene durante el sacrificio de los animales, los cuales dicho sea de paso son de dudosa procedencia debido a que no existiría un control adecuado por parte del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa).
La cerámica del camal está impregnada de suciedad y la sangre de las reses se observa por todo el establecimiento. El suelo está lleno de agua que no discurre con facilidad y también se encuentra totalmente sucio. Del mismo modo, hay fierros sucios y oxidados donde se cuelgan las carnes. Asimismo, el local no cuenta con un cerco perimétrico por lo que es de fácil acceso.
Vecinos del distrito de Corrales comentan que el camal tampoco contaría con el permiso de Senasa desde el año 2018, pese a ello continúa funcionando.
Otro de los problemas advertidos es que no se posee energía eléctrica y los matarifes utilizan herramientas que estarían oxidadas.
Algunos moradores indicaron que los sacrificios se ejecutan sin la presencia de un médico veterinario y el personal de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental (Desa) tampoco llega por la zona para inspeccionar las condiciones básicas de higiene.
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Grave
A pesar que los animales son sacrificados en estas condiciones, la carne de dudosa procedencia luego es trasladada a los centros de abastos de la región para ser vendida a los tumbesinos.
No se descarta que por la falta de higiene miles de personas padezcan de dolores estomacales. Los vecinos de Corrales exigieron una pronta solución a este problema.