Una investigación formal es la que ha iniciado el Ministerio Público, a través de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de Contralmirante Villar, contra los padres del bebé fallecido por coronavirus el martes de la presente semana.
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Al parecer, el menor de un año de edad había sido puesto en peligro por sus progenitores, quienes pertenecen a una congregación evangélica y por motivo de creencia religiosa no lo llevaron de forma oportuna al establecimiento médico, tal como lo dio a conocer el titular de la Dirección Regional de Salud (Diresa), Rommell González Seminario.
“Lamentablemente la familia del bebé, por las condiciones religiosas que tienen ellos lo han tenido en casa y no lo han llevado a ningún establecimiento de salud. Han estado orando por él en su vivienda y cuando lo han visto mal lo han llevado al centro de salud donde el niño ha llegado cadáver”, declaró el funcionario.
Esto ha dado pie a que el fiscal provincial Pedro Manuel Silva Araujo, a cargo del caso, inicie las diligencias respectivas para esclarecer el tema.
Deceso
El bebé ingresó inconsciente al centro de salud de Zorritos, a las 4:36 de la madrugada del martes, en donde luego se certificó su deceso.
Según una tía del bebé, un día antes el menor había tenido tos con flema por lo que fue llevado a la posta de Acapulco.
Debido a los efectos adversos del virus se complicó su estado de salud. Tras su deceso, el personal de Medicina Legal realizó una prueba de descarte de COVID-19, la cual dio resultado positivo. El caso fue reportado a la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental (Desa) para proceder con sus atribuciones.
Por otro lado, cabe mencionar que en lo que va del año se han reportado 18 decesos por coronavirus y más de 2,050 casos confirmados.