Uno de los efectivos más graves tuvo que esperar dos días para acceder a una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional JAMO.
Uno de los efectivos más graves tuvo que esperar dos días para acceder a una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional JAMO.

Solo durante esta semana, once policías de la región Tumbes han sido infectados con la COVID-19. Uno de los efectivos más graves tuvo que esperar dos días para acceder a una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría (JAMO).

El jefe del Frente Policial de Tumbes, Luis Miguel Gamarra Chavarry, declaró que hace algunos días se ha detectado el virus a cinco efectivos, cuatro de ellos son oficiales quienes se encuentran aislados en sus casas recibiendo tratamiento por parte del personal de la Sanidad de la PNP.

Mientras que otro agente infectado es el suboficial de segunda Alan Jesús Palacios Chunga, de 30 años de edad, quien tras estar dos días en el área de hospitalización ayer pudo ingresar a UCI del nosocomio regional de Ciudadela Noé.

Además, seis agentes más son sospechosos de tener el coronavirus, cinco son suboficiales y un alférez.

“De todo este grupo, el suboficial Alan Palacios su estado es delicado; sin embargo, confío que lograra vencer a la COVID-19, y después de reponerse plenamente reincorporarse a su centro de labores que es la comisaría de San Jacinto”, sostuvo Gamarra.

La máxima autoridad policial en Tumbes manifestó que los agentes del orden no solo tienen que enfrentar a la delincuencia sino también intervenir a ciudadanos que no acatan las normas sanitarias decretadas por el Gobierno Central.

“Algunos de ellos golpean y escupen a los policías, que a veces en ese tipo de intervenciones son contagiados con el virus”, informó.

Cabe mencionar que desde el inicio de la pandemia por la COVID-19 en la región fronteriza hasta la actualidad, se han reportado más de 600 policías contagiados y tres de ellos fallecieron.

“Entre las víctimas mortales dos fueron suboficiales y un oficial, quienes habían sido infectados con la COVID-19 cuando cumplían sus funciones. Un promedio de 620 agentes lograron vencer el virus y regresaron a su trabajo”, detalló Gamarra.

Explicó que, en la actualidad, 60 policías que se encuentran en situación de aislamiento por estar comprendidos en el grupo de riesgo o población vulnerable ante la pandemia, estarán monitoreando los casos de violencia familiar y de la Policía Comunitaria.

Según un reporte de la Dirección Regional de Salud (Diresa) del 24 de febrero al 7 de marzo se realizó triaje y tamizaje en el Centro de Retención Temporal en el colegio Leonardo Rodríguez Arellano N°013. En ese lugar hubo 242 personas intervenidas por infringir el “toque de queda”, de este grupo a 26 se le practicó pruebas de descarte del coronavirus, seis dieron positivo.