Javi Fuentes, personaje central de la recién estrenada cinta “Muerto de risa” (Dir. Gonzalo Ladines), es de esos roles que para un actor deben llegar en el momento justo. César Ritter, quien encarna en la mencionada película a un conductor de talk show que basa su éxito en la burla de los demás, está convencido de esa jugada del destino. “Creo que me llegó en el momento justo, yo lo he sentido también así al hacerlo, tal vez la pandemia ayudó a que esté en la edad perfecta para afrontarlo”, cuenta Ritter.
Dicen los actores que los papeles te eligen, y no al revés. Sí, yo estoy seguro de eso también.
El personaje de Javi te exigía experiencia, años en el oficio... Te pedía un recorrido de vida, y eso, por ejemplo, ya en cierta manera lo tenía, no tuve que investigarlo lo que es la vida mediática, toda esta vida dentro de la televisión, todo ese mundo, ya sabía cómo funcionaba, en otros aspectos sí tuve que trabajar mucho. La manera de hacer stand up, en lo que respecta a dicción, son cosas de las que estoy alejado, pero todo lo correspondiente a este mundo mediático, escandaloso, incluso la soledad, el buscarse, el reencontrarse, todo eso de una u otra manera ya lo había vivido, fue más fácil tocarlo.
¿Te inspiraste para el papel en algún actor o en alguna película con un personaje similar?
Tuve referencias de películas, para ver un poco el estilo de actuación, pero más me sirvieron los showman que vi, y uno que otro ‘standupero’. Lo que más me ayudó para conseguir este personaje fue enraizar un poco en mi historia, cuestiones que tenía que ver con mi vida en la televisión y la relación con mi padre, cuestiones más de imagen física, de imagen vocal, y bueno, ensayar y jugar mucho. Con este personaje también tuve que dejar salir el ego grande, y a la vez mi fragilidad.
Ya que hablas de ego, ¿en algún momento el ego te traspasó, no lo supiste manejar? Es complicado, porque uno trabaja con sus emociones, con su sensibilidad, entonces necesitas que aflore, y a la vez te expones a que mucha gente pueda estar en desacuerdo, o le pueda molestar, entonces tienes que saber sacar las emociones y después cubrirte. La crítica es dura y fuerte, el halago también lo es, las dos son malas, por eso hay que saber ponerse en su lugar. No es un trabajo fácil, hay que intentar poner todo en un punto medio.
Javi Fuentes es un anfitrión de un talk show que se gana la vida burlándose de los demás, nosotros tenemos una lista larga en la vida real...
Sí, y me han estado comentando un montón de nombres que yo ni siquiera hubiera pensado durante la grabación. Es verdad que yo tengo algunos referentes que yo he cogido para la construcción del personaje, pero me los voy a guardar.
¿Sientes que “Muerto de risa” es una crítica a lo que hemos visto tantos años en la televisión? Sí, y me parece que está bien hecha. Para mí fundamentalmente es una película que habla sobre el amor, fundamentalmente no está escrita en función de la crítica, la crítica está de paso, porque es el mundo donde se mueven los personajes.
El humor fácil, que apela a lo más elemental para hacer reír y que agrede, siempre se debe cuestionar.
Pienso que cuando el objetivo del humor es herir deja de serlo, es un ataque. Cuando el objetivo es hacer reír y la manera en que lo has hecho es de manera inteligente, por encima de la broma o el ataque, es válido. También creo que cada humorista es libre de hacer la comedia que quiere, pero también se debe hacer responsable.