A catorce años de su lanzamiento musical, el colombiano Esteman se ha convertido en una de las figuras del pop más creativas de la industria. Alejado de las modas y odiosas tendencias que arrinconan a los que buscan un sonido propio, el cantante y compositor cuenta los días para su concierto en el Gran Teatro Nacional el sábado 13 de abril. Ocasión que le permitirá reafirmar su propuesta ante sus seguidores locales que aplauden sus canciones.
“Llevo una carrera súper bonita, y sobre todo muy fiel a mi forma de ser, a mi identidad artística, haciendo las cosas desde el lado más genuino posible, así creo que he logrado conectar con mi público. El recorrido no ha sido fácil, obviamente, cuando uno decide no seguir la fórmula establecida, pasan muchas cosas, pero sobre todo, en mi caso ha sido muy positivo”, dice el músico a Correo.
¿En estos tiempos cuál sería la fórmula para ir contra la tendencia?
Creo que para mí, la mejor fórmula ha sido no seguir la fórmula, el darle importancia al amor propio, a la autenticidad, lo importante que es ser libres en este mundo, ha sido algo como un proceso de salir de un caparazón y compartirlo con mi público que es diverso. Cuando hago mis conciertos, veo desde familias completas, niños con papás que les encanta la música, muchas personas de la comunidad lgtbq+, de parejas amándose, llorando, bailando a la vez. Siento que ha sido un proceso muy bonito y de tener unos seguidores que son muy fieles y que conectan mucho con el en vivo y con ese show que vamos a llevar precisamente a Lima.
Hoy la industria exige sacar cada mes un tema y hay que promocionarlo a través de TikTok, ¿todo exceso es malo no? Así es, pero cuando logras también hablar en el mismo idioma con el que funcionan las nuevas generaciones, y lo logras con tu estilo y tu lenguaje, eso es bonito cuando pasa también. Yo sí creo que hoy vivimos como en una urgencia de lo inmediato, de pegar canciones que duran 15 segundos, de cómo logras llamar la atención de la gente a través del morbo, y eso es terrible para la misma cultura en general.
Terrible también es la percepción para algunos artistas jóvenes de que ahora, en la carrera, todo te debe llegar rápido, como dar un click.
Por ejemplo, en pandemia, gustó este boom del Tik Tok y muchos artistas empezaron a sentir que fue maravilloso, y se dieron a conocer allí, pero cuando luego salieron a la calle a vender boletos, se dieron cuenta que no era algo tan sencillo. Está genial ser una generación que cuestionamos mucho, y eso me encanta de las nuevas generaciones, que haya más libertad, sin embargo, para todo hay un proceso, un tiempo. La urgencia con la que vivimos hoy es un poco preocupante y desgastante.
¿El proceso de creación de tus canciones sigue un mismo ritmo, tú no estás presionado por entregar una canción obligado?.
Mira, es un proceso que ha ido cambiando, a veces si estoy presionado, de pronto tengo la disquera encima a decirme bueno, ya es momento que tienes que entregar el master de tal canción. Pero el momento de que nacen las canciones ha ido variando, digamos, desde mis inicios, la manera como escribía música era siempre a puro oído, y soy una persona muy obsesiva con las melodías y la melodía me lleva a las letras. Hoy, en estos últimos discos he hecho muchas sesiones de composición, con artistas, compositores, productores, que admiro, con los que me llama la atención trabajar, y ha sido maravilloso porque de alguna manera no me estoy quedando solamente en mi zona de confort.
Hay canciones tuyas que han tenido que reposar, guardarse para esperar el momento indicado para salir.
Mira, literal que sí he tenido canciones que han estado guardadas y que a veces tienen que estar ahí porque siento que no es el momento para sacarlas porque a veces hay una etapa que estás pasando. Digo etapa, pero es un disco que tiene el mismo concepto, una unidad, o trato de que haya una unidad, y hay canciones como de otro mundo. Hay muchas canciones que digo, de repente puedo volver a sacarlas del baúl, es algo que sucede, y que es muy común, yo creo que le pasa a muchos artistas que escriben muchas canciones.
A pesar del oficio, los compositores nunca sabrán qué tema será un éxito y cuál no. Hay algo a veces en las canciones que hace que la gente conecte, que tú ni siquiera puedes entender qué es, y que sí, eso te lo enseña la música misma. Uno no puede luchar contra eso, nadie lo sabrá.