Ezio Oliva no disimula su entusiasmo cuando tiene que hablar de su labor actual en “La Voz Kids”, programa de búsqueda de nuevos talentos del canto que transmite Latina y en el que el intérprete y compositor es uno de los entrenadores.
“No puedo negar que estoy muy contento y agradecido con la convocatoria, para mí es un sueño hecho realidad porque yo comencé a los 14 años en la música participando en un concurso (Superstar) en Panamericana. Ahora, estar del otro lado después de tanta chamba, tantos años y tantas subidas y bajadas, es una gran responsabilidad”, reflexiona Oliva.
¿Cómo se le dice no, a un niño, sin que no se te rompa el corazón?
No hay fórmula para eso, no existe, se te rompe el corazón de una manera u otra y es durísimo, nunca había pasado por algo así; además estamos hablando de los sueños de muchos niños. Yo he estado de pequeño en un programa y es difícil.
Además los niños no tienen filtro y sus reacciones no son premeditadas.
Ellos no tienen filtro, pero uno como adulto sí, entonces yo siento que nuestra responsabilidad es enorme. Siento que hay que ser muy cuidadoso con lo que uno les dice, hay que cuidarlos emocionalmente, proteger su salud mental, porque un mal comentario, una opinión no constructiva puede destruirlos y hacerles un daño terrible.
Aunque parezca exagerado una palabra o un calificativo mal empleado los puede marcar para su futura carrera artística.
A mí me dijeron que no servía y chau, y eso lo recordé por algún tiempo. Además, agrega que la persona que te califica es la que admiras como artista y eso es más duro aún. Por otro lado, también tenemos la responsabilidad de ayudarlos y corregirlos, como siempre lo hablamos con todos los entrenadores, es un proceso, es una responsabilidad gigante, pero la verdad, es que siento que los cuatro hemos logrado un equilibrio.
Habría que siempre reafirmarles que solo están participando en un concurso...
Hemos logrado que cada niño que no pasa la audición a ciegas se vaya con la esperanza de volver y sobre todo con la convicción de que debe seguir su camino. Creo que la intención es que ellos vayan entendiendo que este es solo un paso de aprendizaje y que si no pasó las pruebas no significa que su carrera se haya acabado. Y a todos les pongo mi ejemplo de que yo no gané en Superstar y mira dónde estoy.
Y también los pequeños deben saber que además de los triunfos, en la vida también deben existir los fracasos y que de ellos también se aprende.
Es uno de los argumentos que repetimos los cuatro entrenadores frecuentemente, que si verdaderamente uno quiere dedicarse al mundo del entretenimiento, al negocio de la música, tienes que aprender a convivir con el fracaso y si en tu manual no lo está, no vas a poder sobrevivir.
Definitivamente de esta experiencia de entrenador también estás aprendiendo.
De mi historia, que creo que he tenido más no, que sí, seguimos sobreviviendo, avanzando, creciendo y seguimos aprendiendo. Yo siento que esta experiencia, al ver niños de 7, 8 años, cómo se desenvuelven y cómo afrontan la presión y sus miedos, no tienes idea de lo que estoy aprendiendo, que al final los termino admirando.
Ezio Oliva
Cantante. Sus primeros pasos en la música los dio cuando participa de un programa de búsqueda de talentos del canto. Luego de esa experiencia, se integra al popular grupo Adammo que le permitió viajar y codearse con importantes figuras de la industria.