Jorge Luis Larrabure Iglesias, conocido como el Mago George, celebra 25 años desarrollando un oficio que lo ha llevado a conocer a David Copperfield y a la dupla Penn and Teller, grandes nombres en la especialidad, lo que no hace más que reafirmar que está en las ligas mayores.
“Siempre digo, mi carrera ha sido una lucha constante, es un monumento a la perseverancia y a la pasión por un sueño, no fue fácil ser mago en el Perú hace 25 años, y aunque hay muchos avances, lo sigue siendo”, dice el también comunicador que presenta el espectáculo “25+2″ con el que celebra su aniversario y que se desarrollará en el Teatro del Centro Cultural de Universidad de Lima a partir del 14 de noviembre.
¿El año en que empezaste la carrera todo estaba en pañales aquí?
Teníamos cerca de 15 magos que trabajaban en fiestas infantiles y que andaban en todo el país, eran de oficio, buenos, pero se desarrollaban solo de manera local.
¿Qué tuvo que suceder para que ese escenario cambiara?
Sobre todo tener la posibilidad de expandir horizontes, viajar, interrelacionarse con otros profesionales en el extranjero, ver qué cosa pasa fuera, eso fue un poco de lo que cambió en los últimos años. Lo más importante fue que en los últimos años muchos jóvenes pueden decir con seguridad que quieren dedicarse a la magia para siempre.
¿Qué te dijeron tus padres cuándo les comunicaste que querías ser mago?
Mis papás son médicos, me dieron mucho apoyo, sobre todo moral, que era el más importante, pero claro, mi papá me dijo que debía también estudiar otra carrera y fue así que estudié Ciencias de la Comunicación, Marketing y Publicidad, y todo eso me ha servido muchísimo en mi vida. Igual, siempre hay un pequeño temor en la familia de lo que podría ser tu futuro.
¿Y fue básico que empezaras a viajar, ver espectáculos y relacionarte con magos famosos?
Fue muy importante, yo empiezo a viajar a los 18 años, después a los 21, con una pequeña estadía en Nueva York de unos meses en los que conocí a grandes maestros. Todo esto me sirvió mucho, porque me abrió horizontes como en todo en la vida, en todos los oficios, aprendí mucho de la escuela española, americana y la argentina.
Tu carrera te ha llevado a que seas creador de tus propias rutinas de magia.
Es un plus importante, los magos en líneas generales somos intérpretes, como los cantantes, que interpretan temas escritos por otros y no hay nada de malo. Hace 14 años tuve un accidente creativo que me hizo darme cuenta que podía crear, y a partir de eso comencé a hacerlo, casi todo lo que está en mis espectáculos es de mi creación, tengo esa suerte de poder ser un mago, digamos, cantautor.
¿Un mago, a pesar de su oficio y de años puede fallar con una rutina?
Eso depende mucho del acto, en realidad, un mago altamente entrenado lo que tiene que hacer es prepararse para nunca fallar, para eso practicas muchas horas. Hay bastante tiempo de trabajo detrás para poder llegar con los actos bien pulidos y perfectos.
¿Has fallado alguna vez con un truco en un espectáculo?
Es una anécdota muy divertida y graciosa, tengo un vídeo de eso y lo voy a incluir en el espectáculo que voy a presentar. Haré un truco tributo a ese efecto haciendo algo en escena más imposible.
No es infalible hasta el mago más experimentado...
Porque somos humanos, no somos infalibles, la idea es eventualmente no fallar y hacer las cosas bien, pero existe un lado humano detrás de esta apasionante profesión.