El viejo dicho de: “Lo que es para ti, ni aunque te quites, lo que no, aunque te pongas”, le viene como anillo al dedo al actor Juan Carlos Rey de Castro, cuando recuerda todo lo que pasó para obtener el papel del capitán de Fragata Martín Seminario en “Papá en apuros”. “Fue súper loco porque yo estaba viviendo en México desde el año pasado y estaba viniendo a Perú a fines de abril de este año solamente para filmrr una película y me regresaba a México. A fines de enero me escriben para hacer el casting y yo mismo debía grabar mi audición. Por más que me esforcé no pude cumplir los plazos y les pregunté si me podían dar dos días más, y me dijeron que no. En ese momento sentí que me lo perdí”, dice el actor.
¿Y qué pasó después? Dos meses después me escribe la productora de la novela a preguntarme si aún quería pasar el casting. Les respondí que sí, pero como tenía planeado viajar a Lima unos días pregunté si mejor lo podía hacer presencial, antes de enviar los videos. Llegué a Lima, hice el casting presencial, fue aprobado por todas las partes y cuatro días después ya estaba en un proyecto que no me esperaba.
”Papá en apuros” es un proyecto que enfrenta los nuevos tiempos televisivos con unos estándares de primer nivel.
Este proyecto está más cerca de la industria que todos anhelamos, como grabar en 4.6k, que toda la escenografía de la casa de mi personaje se ha hecho todo con orden lógico y que se planteen movimientos de cámara muy novedosos; todo lo mejor es un común denominador en este proyecto. Se está haciendo una chamba acá pensando en la internacionalización del producto.
Es vital que nuestra industria se ponga a la altura de lo que exige el mercado.
Sí, totalmente, porque mira en Perú y en otros países de Latinoamérica en general, es más lento el proceso de migración a plataformas. La televisión abierta aquí todavía tienen mucho peso, mientras que en otros países muchas personas prefieren ver plataformas más que televisión nacional. Por eso, nuestros productos deben ofrecer la calidad que están teniendo otros mercados internacionalmente para que la industria extranjera no nos coma a nosotros y así volvernos poco a poco más competitivos.
El melodrama clásico, familiar, siempre va a pegar, y eso es lo que ofrece “Papá en apuros”. A pesar de vivir todos en apuros, no es difícil identificarse con la telenovela, porque en la vida real estamos tratando de encontrar un balance entre nuestros trabajos, la familia, los hijos y luchando por el amor. La historia tiene todos los ingredientes para que todas las familias, sea cual sea la generación, se identifique con todos los aspectos de “Papá en apuros” y sobre todo con entretenimiento y con la calidad de la que estamos hablando en estos momentos.
¿Cómo consideras qué has desarrollado tu carrera en los últimos tiempos, te han llegado las oportunidades y los proyectos que siempre has buscado?
Desde que decidí dedicarme a esto, siempre busqué como actor tratar de que cada personaje tenga algo distinto, o algo nuevo y retador en mi vida. He tenido mucha suerte, pero en muchos casos he tenido que armarme de valor y rechazar cosas que me convenían económicamente pero que no me llenaban de forma profesional. Son decisiones difíciles que uno tiene que tomar y felizmente han aparecido oportunidades nuevas y siento que cada uno de los personajes que me ha tocado siempre tienen rasgos distintos.
Definitivamente lo que no te llena en tu profesión, no lo aceptas
Sí, eso es ley en mi vida, un mensaje que me gustaría que la gente reciba también. Cuando uno piensa en el proyecto ideal, te imaginas una gran producción, un gran director, un gran elenco y que además todos tengan una energía amigable, digamos que sea fácil trabajar, y hay pocos proyectos que tengan todos estos ingredientes; definitivamente puedo decir que “Papá en apuros” lo tiene. Es fantástico grabar con este grupo de actores, tenemos una energía muy bonita, todo el equipo técnico de dirección y producción es un equipo apasionado con lo que hace.