Tras 10 meses de ausencia en la pantalla chica, Lady Guillén volvió a estar al frente de un espacio televisivo en el que aborda casos sociales de gran impacto, con ‘Dilo fuerte’, de lunes a viernes , a las 6:30 p.m., por Panamericana TV. “Ha sido maravilloso reencontrarme con este equipo, que aprecio y valoro. Son especialistas en este formato, les gusta ayudar, investigar, aportar y lucharla. La verdad se está empujando este barco con un equipo maravilloso y, eso, a mí me motiva”, sostiene la presentadora.
¿Existe presión por la sintonía o ahora solo es retomar el ritmo que tenían con el anterior programa en Latina TV?
Yo tenía muy claro todo lo que implica salir por una señal que, aunque ahora no es de una antena caliente, es un canal con historia. Para mí es un lujo estar en este canal por el que han pasado muchos artistas reconocidos. De repente la gente que está acostumbrada a otro tipo de formato dentro de este canal, entonces para mí es un reto convertirnos en la sal que se le echa a la comida.
¿A qué te refieres concretamente con esa idea?
Se le ha acostumbrado al público al consumo de novelas, cuando los peruanos tenemos nuestras propias novelas en la vida real. En vez de comprar novelas turcas o extranjeras, por qué no invertir en un producto peruano que puede ser beneficio para la gente, y eso es lo que resalto de este canal, que está apostando por el producto peruano.
En la última semana, cuando anunciaste tu programa, te tocó salir a marcar distancia en todos los medios del formato que Laura Bozzo hacía aquí…
En estas épocas, el público es muy inteligente y sabe qué ver y no ver, y cuando no quiere ver algo que no le parece o no le gusta, cambia de canal y no tienes números de rating y, por eso, se mide la audiencia. La esencia de nuestro formato, desde hace cinco años, es que el público se quede enganchado con cada programa, con cada historia, con cada problema, con cada situación que ponemos al aire. Yo creo que la esencia y la gran diferencia es que nosotros trabajamos para el pueblo y trabajamos bien, de buena manera, de buena forma y siempre en beneficio del ciudadano en todas sus necesidades.
Es cierto y no podemos negarlo, hay un público al que le gusta este formato, pero también existe un grueso sector de la audiencia al que no le gusta, y argumenta que el morbo los aleja de esta propuesta…
El programa no es que muestre, la gente es la que busca que mostremos su caso, la gente nos toca la puerta, busca la ayuda, nos llegan infinidad de correos electrónicos diariamente, me escriben al inbox. Creo que es importante en este país tener una ventana o un medio de comunicación para ayudar a las personas, es la realidad, tampoco tenemos que hacernos los ciegos entonces. Algo que me impulsó a aceptar este proyecto es el tema de la impotencia que tenía con tantos casos que me llegaban por redes. Hay mucha mala interpretación de lo que se puede poner en televisión pero nosotros no los exponemos porque queremos sino porque la gente nos autoriza.
No quedarse en solo mostrar la problemática sino en proponer la solución, que es lo interesante de evidenciar casos duros o difíciles de abordar y que, por lo general, tocan las fibras del público….
¡Así es! Tal cual. Yo creo que ‘Dilo fuerte’ es la versión más completa de lo que he hecho antes. Nosotros estamos trabajando con abogados que están dispuestos a apoyar y a tomar casos que sean necesarios en el programa, psicólogos que vienen y asumen responsabilidades de recuperaciones, porque hay mucha gente que necesita ayuda psicológica.
¿Y de tus proyectos en paralelo, fuera de la pantalla chica?
Yo tengo un sueño postergado y creo que sería el último que faltaría en mi vida. Tengo un compromiso personal, creo que todos lo saben, de lucha en contra la violencia a la mujer y es algo que voy a llevar hasta el día que me muera. Es un proyecto que he dejado estancado hace mucho tiempo y estoy por finiquitar, encaminándolo con certificaciones y cuestiones legales, para echarlo a andar a fines del próximo año.
Lizeth Rosario Socla Guillén
35 años. Es una abogada que trabajó como bailarina, antes de convertirse en una personalidad de la TV. Fue la víctima un mediático caso de violencia doméstica y, tras superar ese trauma, se dedica a ayudar a mujeres con el mismo problema.