Nina Mutal nunca ha estado alejada de la música, es una pasión de la que jamás ha podido desligarse, por eso, el reciente lanzamiento de una versión renovada de “Enamorados”, uno de los clásicos de su repertorio, solo representa un nuevo paso en su carrera; no es el esperado regreso de una cantante. “Nunca me he ido de la música, y la versión 2024 de “Enamorados”, sale de mi complicidad con Henry Uenten, el tecladista de Amén, que ha tocado conmigo toda la vida, y que me lee muy bien. También he estado trabajando en tres canciones inéditas que ya pronto van a salir”, dice la inquieta Nina.
Has decidido lanzar temas nuevos en un momento en el que la tendencia musical es otra y se debe ser fiel a las raíces musicales. Si, qué te puedo decir, yo no me veo cantando reguetón porque no sería Nina, ¿No? Jamás. Seré siempre fiel a mí misma y yo creo que hay un nicho para todos. Yo creo mucho en la honestidad, en lo que uno puede sentir, por eso escribo de temas cotidianos, que te pueden pasar a ti o a mí.
¿Tu proceso de crear canciones ha evolucionado, entras a un estudio con un productor con la misma magia de antes?
El proceso de creación es el mismo, el proceso de inspiración es la misma cosa, pero el estudio sí ha cambiado un poco, ahora la chamba lo tienen más los productores que los cantantes, porque antes grababas con cintas de dos pulgadas, yo no agarré la época en que solo se grababa en vivo. Ahora es bien loco, porque ahora te hacen cantar muchas veces la canción, y me dicen, ya terminó, pero yo quiero escuchar. Me dicen: Nina, no. Entonces yo les digo, ahora sí pues, chambeen ustedes.
¿La inspiración, la musa, solo se aparece en el estudio?
Llega en mi casa, en la calle, y también por las experiencias que vivo. Yo tomo la música, como catarsis, como mi terapia. Mi terapeuta es la música, entonces, por ahí siento algo. Me dolió, diablos, al toque voy al piano y sale una canción.
Has sido coach en programas de canto, en realitys de imitación, ¿al margen de la técnica vocal, qué es lo que les aconsejas a los jóvenes que deben tomar en cuenta? Yo siempre digo que la técnica está al servicio del feeling, no te sirve de nada la técnica si no tienes feeling, creo que ese ha sido mi consejo más importante. Lo primordial que les digo, es que si tú no tienes interpretación o no tienes feeling para cantar, no hay forma, puedes tener una muy bonita voz, pero si no tienes esa interpretación que te mueve, nada que ver.
¿Cómo llegas a reconocer el potencial que tienen tus alumnos? A los chicos los escaneo primero, hacemos meditación, necesito saber de su vida, en qué andan, cómo son, y de acuerdo a eso, voy viendo cómo puedo llegar a ellos. Yo no soy una profesora que, ya bacán, vas a aprender las técnicas esto, esto, no. Trato de ver cómo puedo llegar a cierto tipo de personalidades ¿Me entiendes? Y creo que eso es lo más importante, poder sacar auténticamente lo que tienen dentro.
Hay voces pequeñas que te hacen llorar, y hay voces grandes que no te emocionan... Y yo les digo siempre, lo que te va a ser único es tu sello, es lo que tú puedes aportar. Cantas bonito, pero eso no me interesa, me interesa que te desvivas, que botes la última gota, que des todo así en el escenario, y los jodo con eso.
¿Con tu experiencia, en esta industria tan competitiva, consideras que no necesariamente triunfan las grandes voces, sino las voces que tienen alma?
Totalmente, lo que pasa es que por programas como La Voz, American Idol y todos los similares, te han vendido la idea de que mientras más alto llegues cantando, pucha, guau la rompes. Para qué te vas a boicotear, para qué te vas a hacer harakiri, cantando en un reto en una tesitura que no es la tuya, porque quieres vibrar alto. Yo siempre les digo, si no puedes cantar en esa tesitura, en esa tonalidad, le bajas, cuál es el problema, ¿me entiendes? cada uno nace con un registro y un talento, eso también les he tenido que explicar.¿
Nina, has imaginado tu vida sin música? Ni en mis peores pesadillas, olvídate. No sería Nina sin música, soy música, la amo, qué más puedo decirte, la música es mi compañera, mi refugio, mi terapia, mi catarsis. O sea, desde que me levanto hasta que me acuesto, está. Escucho todo tipo de música, desde Bach, hasta Alanis Morissette, hasta Danny Ocean. Así te la pongo.