Con seis décadas llevando por el mundo su oficio de cantor y creador de historias, Piero no le ha puesto límite a ese arte que lleva en las venas. Es así que, con el título de “Mi querido viejo”, el artista italiano de nacimiento, pero argentino de corazón, ofrece el 9 de junio un concierto de lujo en el Gran Teatro Nacional. En comunicación con Correo, desde Buenos Aires, aprovecha para aclarar las alarmantes noticias sobre su salud que se difundieron el año pasado. “Estamos bien, con muchas ganas de seguir cantando, es verdad que pasamos por un momento fuerte de salud, pero las noticias se tergiversaron, se copiaron distinto y salió que me estaba muriendo. En estos momentos me toca hacer mi trabajo, si es que no lo hago, allí sí estamos mal”, dice el cantautor.
¿Y has perdido la cuenta de cuál es tu canción más versionada hasta ahora?
La más versionada hasta hace muy poco era “Mi viejo”, por mucha diferencia, pero ahora hay una que ya casi la supera: “Soy pan, soy paz, soy más”, con esta canción tenemos bastantes versiones.
Aquí la versionó Eva Ayllón en landó hace mucho..,
Sí, ella fue la primera que versionó la canción, y fue una grata sorpresa, me encantó lo que hizo , me encanta ella, su voz, su estilo..
¿Qué siente un cantautor cuando escucha sus temas en ritmos y estilos diversos? Es una sensación que te genera una sorpresa infinita, escuchar tus canciones tan distintas a como las escribiste originalmente, es magia pura.
El proceso de crear canciones, con el tiempo, ha ido variando, ¿o siempre fue lo mismo?... No, nunca es lo mismo, cada canción tiene su historia, cada canción tiene su momento para ser escrita y yo tengo mucho agradecimiento que sigan vigentes. Antes se escuchaban en las radios, en la televisión y ahora prenden los celulares, y lloran todos, las formas de difundirlas ha variado mucho.
¿Las canciones que están de moda hoy día, tendrán vigencia de acá a unos 40 años o 50 años?
Eso no se podría predecir. se sabrá de aquí a muchos años. Lo único que sé, es que cuando una canción se mete en la vida de la gente, es allí que trasciende al tiempo.
Por ejemplo, “Mi viejo” es un himno y no solo en América Latina.
Un tema que me ha llevado por todo el mundo y que siempre recuerdo cómo la tomó mi papá cuando la escuchó. Cuando se la canté por primera vez, lloraba y lloraba, hasta que al final viene llorando hacia mí, me mira a los ojos, se los frota y me dice: ¿quién camina lerdo la p... que te parió?
¿Por qué se ofendió?
Es que él era aún joven cuando la escribí, luego pasaron los años y me la agradeció.
Hay jóvenes cantautores que siguen tus pasos, pero se sienten inseguros porque tienen temor que se los coma la tendencia musical de moda. Es todo muy relativo, por ahí aparece un chico con una canción nueva y despierta ganas, lágrimas, sonrisas y la atención de la gente. Lo importante es darse el lugar a uno mismo, creer en lo que uno hace y eso hay que volcarlo a la gente. Hay que olvidarse del miedo y de todo lo que nos retrasa.
Hay que ser honestos con lo que uno quiere proponer.
Cuando tú trabajas a partir de la honestidad, se siente, la gente también lo va a recibir y habrá un sano intercambio de ida y vuelta.
¿Con tantos temas que son éxito siempre es difícil elegir el repertorio para un concierto? Es muy interesante el proceso, el repertorio se arma de distintas formas, hay canciones que son imprescindibles, otras que buscan entrar y algunas nuevas. Finalmente hay una votación y con las más elegidas, con ellas hacemos la fiestita, esa celebración que haremos en el Gran Teatro Nacional.