Epica (Foto: Difusión)
Epica (Foto: Difusión)

transmite emociones a través de la voz de . La compositora expone sin timidez sus más íntimos pensamientos en cada una de sus canciones; las mismas que la han hecho convertirse en una de las referentes del metal sinfónico.

La banda regresa a Lima luego de cinco años, como parte del décimo aniversario del disco “Design your universe”. Antes de su visita, la compositora conversó con Diario Correo sobre la trayectoria de la agrupación y sus nuevos proyectos.

¿Qué nos pueden adelantar de lo que será esta presentación en Lima?

Hemos tenido momentos mágicos durante nuestra visita a Sudamérica. Perú fue uno de esos países que nos dio mucha energía y buenas vibras. En respuesta, daremos un concierto con lo mejor que tiene Epica.

Epica es un recorrido por diferentes estilos, partiendo desde el metal sinfónico. ¿Cómo logran la armonía en su propuesta?

Tenemos influencias del power, death, progressive o trash metal. Lo que no sabe mucha gente no sabe es que, si bien Nightwish fue uno de mis pilares, las primeras bandas que escuchaba eran de black metal. Disfruto mucho este estilo, no me da miedo experimentar.

Tus gustos musicales empezaron con el jazz y pop, hasta que descubriste Nightwish. ¿Cómo fue que el disco “Oceanborn” te cambió?

Me gusta el contraste de la voz femenina con la música oscura. Cradle of Filth es un ejemplo de esto también. Mi primer enamorado me enseñó un disco de Nightwish. La voz clásica, el sonido sinfónico, fue hermoso.

Exit Eden, Vision of Atlantis, entre otras bandas continúan con la propuesta que se inició en el noventa e inicios del 2000. ¿Qué significa esto para ustedes?

Es genial lo que se está haciendo ahora. Saber que somos una inspiración para nuevas bandas, significa un honor para mí. Me alaga mucho saber que se está continuando con un estilo que cada vez se vuelve más fuerte.

El contraste de Epica, entre el sonido clásico y lo narrativo, se puede escuchar en “Storm of Sorrow”. ¿Cómo desarrollan la tarea de composición en la banda?

Las letras son compuestas por Mark Jansen y yo, por ello tocamos diferentes temas. Conmigo, todo se vuelve muy personal. Son experiencias propias, pero que se conectan mucho con la gente. Por otro lado, Mark tiene una postura sobre lo político, física cuántica, espiritualismo o religión.

Ustedes reflejan mucho de la realidad en sus canciones...

Buscamos que la gente reflexione con nuestra música. Mark escribió mucho sobre lo que sucedía en el planeta, para que nada quede en el olvido. Algunas cosas se cumplen. Escribimos para luchar por un mejor futuro. Ese es el poder de un músico, tus pensamientos crean una comunidad de personas y analiza la reacción de la gente.

Justamente, “Resign to surrender”, es uno de los temas más reflexivos de la banda...

Mark viajaba mucho a América y estaba incómodo por la cantidad de chequeos de seguridad que existen (en los aeropuertos). Fotos o huellas digitales, hasta la forma en la que te tratan es incómoda. El tema trata, un poco, sobre cómo es que dejamos que otras personas decidan e influyan en cómo nos sentimos.

Como exponente femenina del género, ¿crees que ha disminuido la discriminación en el metal?

Está disminuyendo, pero a paso lento. No solo veo a mujeres siendo la voz de los grupos, sino también tocando instrumentos. Saludo mucho las propuestas femeninas, estoy orgullosa de eso. Yo detesto el término “Female Fronted Metal” (Frente femenino del metal), porque no se refiere a cómo suena la banda, sino a que la vocalista es mujer. Además, suele solo referirse al estilo del metal sinfónico, cuando hay más exponentes de otros estilos. Está Arch Enemy o Jinjer.

Entre los próximos proyectos de la banda, ¿está contemplado un nuevo disco?

Vamos a empezar con lo que será nuestra producción. todo está avanzando bien y, lo más probable, es que el material esté listo para el final del verano europeo.