¿Pueden ser las alitas de pollo un platillo más saludable sin dejar de ser ricas? ¡Sí! Solo hay que conocer bien a qué nos estamos enfrentando, las partes en que se dividen y cómo cocinar cada una de ellas de forma rápida, sabrosa y saludable. Estos son los 5 errores básicos que hacen que nuestras alitas de pollo no nos queden perfectas.
MIRA: Cinco errores que suelen arruinar las lentejas al momento de prepararlas
1. No comprar alitas de calidad
Si queremos cocinar un gran bowl de alitas de pollo, primero hemos de conseguir una buena materia prima. Asegúrate encargarlas con tiempo al pollero, pedirle que nos vaya guardando las que tengan. También es importante conservar la piel, porque si la quitas eliminas parte de la gracia de la alita.
2. No saber cortas las alitas
Un básico antes de empezar es distinguir las partes de las alitas. Son tres. La punta hay que desecharla. Nos quedamos con las otras dos, la media o segunda y la tercera, que es la que toca al pollo. Podemos cocinarlas de la misma manera, pero si buscamos las alitas perfectas hemos de tener en cuenta que cada parte tiene una textura distinta, y por tanto, el cocinado será diferente para cada una de ellas.
3. Pasarnos con el aceite
Las alitas no necesitan tanto aceite. En el caso de hacerlas fritas, lo importante es siempre utilizar la temperatura correcta, que dependerá del tipo de aceite que utilicemos, aunque nunca debemos quemarlo. El mejor aceite para freír es el aceite de oliva, pero también podemos utilizar de girasol.
4. Aplastarlas para quitarle el aceite
Nunca hay que aplastar con el tenedor o pinchar las alitas mientras se están cocinando, porque las destrozas. Muchos menos aplastarlas para quitarle el excedente de aceite. Para darles la vuelta durante el cocinado hay que usar unas pinzas de cocina, y siempre con mucho cuidado para evitar dañarlas.
LEER MÁS: Los 5 errores que pueden echar a perder tus lentejas5. No probar nuevas recetas
Aunque nunca hay pierde con las recetas clásicas, como las exquisitas Buffalo wings, las alitas siempre aceptan muchos tipos de elaboraciones. Por ejemplo, el estilo japonés Teriyaki: se hace una marinada con salsa de soja, miel, jengibre y después las alitas se introducen en el horno o en la parrilla brasa.
Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.